Sánchez creará una empresa pública para gestionar las hidroeléctricas pero sin fecha
El Gobierno cierra la puerta a nacionalizar o expropiar cualquier eléctrica y destaca que no se tocarán las concesiones
Tras el avance constante de los precios de la luz, desde el Gobierno reconocen que esta tendencia seguirá varias semanas más debido sobre todo a los altos costes del gas natural en toda Europa por la alta demanda.
Ante la búsqueda de soluciones, la vicepresidenta Teresa Ribera hizo hincapié ayer en que no se puede cambiar la tarifa de la luz «de un día para otro» y hay que hacerlo «con todas las garantías».
Una de estas soluciones pasaría por la creación de una empresa pública que gestionara las centrales hidroeléctricas, una idea que el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, confirmó ayer. Desde el Gobierno aseguran que se trabaja en la creación de una empresa pública que ayudara a mitigar la escalada del precio de la luz, pero una vez terminen las actuales concesiones, por lo que se trataría de una medida «a medio y largo plazo». Quiso dejar claro que las medidas que adopte el Gobierno «en ningún momento» afectarán a las concesiones existentes o a ningún régimen o derechos actualmente establecidos.
Así, el Gobierno cierra la puerta a nacionalizar o expropiar cualquier eléctrica, pero continúa en su idea de aprovechar ese fin de concesiones para crear una hidroeléctrica pública que limite ciertos precios. La ministra Ribera, por su parte, detalló que esta empresa estatal no podría hacerse viable hasta dentro de por lo menos dos años, cuando terminan las concesiones actuales de dos centrales.
Además, reconoció que incluso con una central pública no se puede vender energía «por debajo del precio de mercado porque Bruselas lo consideraría ayuda de Estado». «Queremos hacerlo cuanto antes, que se empiece la tramitación con el curso político que comienza en unas semanas», señaló la ministra de Transición Ecológica, que recordó que ahora desde el Gobierno lo que pueden seguir manteniendo es el «escudo social para paliar los precios» a los colectivos más vulnerables.
Además, aseguró que van a abrir el debate en Europa del mercado marginalista para que los consumidores se beneficien en un futuro de forma directa de las energías renovables, aunque Ribera reconoció que la Comisión Europea «no tiene muchas ganas de hablarlo» porque la realidad de la energía es «no tiene nada que ver» entre países como por ejemplo Alemania y España.