Iberdrola trata de descolocar al Gobierno con el fichaje de Carmona

No es el primer político que adquiere un vínculo profesional con una poderosa empresa del Ibex y, para más inri, una eléctrica. Antonio Miguel Carmona, excandidato del PSOE a la alcaldía de Madrid, ni siquiera ha ocupado nunca, a diferencia de otros, cargos institucionales de relevancia ni puestos desde los que pudiera favorecer o perjudicar al sector. Pero la noticia de su próximo nombramiento como vicepresidente de Iberdrola, en un momento en el que el Gobierno se esfuerza en capear el temporal generado por el drástico incremento del precio de la luz ha caído como una bomba entre los socialistas.

La polémica designación provocó ya este domingo la reacción airada de UP. «Las puertas, en el PSOE, siguen girando. Vergüenza», escribió Pablo Fernández. «En plena crisis con las eléctricas activan de nuevo las puertas giratorias, y nombran a Carmona vicepresidente de Iberdrola. ¿En serio?», se lanzó también el coordinador de Alianza Verde, Juancho López Uralde.

Carmona no ocupa desde hace años ningún puesto de responsabilidad en el PSOE. Su relación con Pedro Sánchez tampoco es fluida. No en vano, el economista fue destituido como portavoz municipal del PSM en 2015, tras obtener unos magros resultados en las elecciones locales de ese año. Pero la dirección del PSOE es perfectamente consciente de que, con razón o sin ella, el asunto le hace daño. Su incorporación es una señal y una declaración de intenciones por parte de la energética. Galán ya se mostró el pasado viernes muy irritado con las medidas aprobadas por el Ejecutivo a mediados de septiembre. «Cuando las medidas no se toman con rigor, tienen consecuencias muy serias», advirtió desde el Foro La Toja, donde coincidió Pedro Sánchez.