La tasa de suicidios en la Guardia Civil es tres veces superior a la del resto de la población
La Guardia Civil ha sido tradicionalmente el colectivo profesional con mayores índices de suicidios de España. Sin embargo, los últimos estudios del Ministerio del Interior sobre la evolución de esta tendencia en la última década han hecho saltar las alarmas: la tasa de suicidios en la institución armada es tres veces superior que en el resto de la población del país. Las estadísticas que la Guardia Civil ha remitido al Congreso de los Diputados no entran a valorar las causas de esta elevada mortalidad, pero los listados de anónimas cifras dejan tras de sí unos porcentajes reveladores: mientras que en España se suicidan cada año 8,6 personas por cada 100.000 habitantes (uno de los índices más bajos de Europa y del mundo), en el cuerpo esa tasa es de 27/100.000, unas cifras similares a las de Finlandia o Japón, los países donde más autoinmolaciones se registran cada año. En la década objeto de estudio del informe elaborado por el Ministerio del Interior el pasado septiembre (1991-2001), 191 agentes se suicidaron, una media de 19 fallecidos cada doce meses en una institución que cuenta con algo más de 70.000 miembros. Un 1,5 suicidios al mes. No obstante, hubo años, como 1994, en que se registraron 31 decesos. La evolución de los suicidios en la Guardia Civil parece no responder a una tendencia determinada y el número de fallecidos oscila, según los años, entre 11 (en 2001 y 1992) y 31 (en 1994). Unas cifras que se elevan a más de doble si se cuentan el número de suicidios fallidos. Entre 1991 y 2001 hubo 192 agentes que trataron de quitarse la vida sin éxito por diferentes medios, en algunos casos en verdaderas oleadas como en la demarcación de Barcelona en 1999, cuando se registraron en un solo año 8 tentativas de suicidio. Las estadísticas desvelan una muy estrecha relación entre los suicidios en la institución y el rango de los agentes. De las 191 muertes, 155 eran guardias civiles sin galones y 20 auxiliares de guardia, lo que indica que el 91,6 por ciento de los suicidas pertenecía a las escalas más bajas del cuerpo. Por el contrario, las inmolaciones en los estratos más altos de la institución fueron prácticamente inexistentes. El portavoz de Interior del Grupo Socialista, Victorino Mayoral, cree que el elevado número de suicidios en la Guardia Civil exige «airear las viejas estructuras de la institución» para atajar «una situación que se viene viviendo desde hace muchos años». Mayoral, el diputado que ha logrado que el Ministerio del Interior desvelara sus estadísticas sobre los suicidios en el cuerpo armado, ha reclamado en el Parlamento durante toda esta legislatura la supresión inmediata de las penas privativas para faltas disciplinarias por entender que este tipo de condenas son uno de los posibles «detonantes de los suicidios».