El candidato del PP a Barcelona insiste en que las ciudades socialistas gravan con más tasas
El candidato del PP a la alcaldía de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, insistió ayer en afirmar que las ciudades catalanas gobernadas por los socialistas son las más caras y las que gravan con más impuestos a los ciudadanos y lo ha atribuido al hecho que practican «una política socialmente injusta». Alberto Fernández visitó ayer el barrio de la Prosperitat, en el distrito de Nou Barris, donde defendió la supresión del Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y ha garantizado que los municipios tendrán compensaciones. En su opinión, la polémica en torno al IAE ha puesto de manifiesto que «Barcelona y las principales ciudades gobernadas por socialistas son las ciudades más caras y con mayor presión social de toda España, derivado de una política socialmente injusta, que grava la actividad económica, en vez de incentivarla». «En este momento -dijo- si los barceloneses no pagamos más impuestos no es porque el alcalde Joan Clos no lo quiera, sino porque no lo puede hacer dado que la mayoría de impuestos de Barcelona se encuentran al máximo de lo que permite la ley». El PP, según Fernández, tiene como objetivo «aplicar a las finanzas municipales lo que ya hacemos en el Gobierno central: menos impuestos para generar más actividad económica, más riqueza y más empleo». El candidato del PPC ha destacado, además, que «desde que gobierna el PP, Barcelona ha ingresado desde los fondos del Estado un 45% más que con el Gobierno socialista». Según Alberto Fernández, en 1996, Barcelona tenía transferidos por parte del Estado 64.000 millones de pesetas y en el 2002, esta cifra ha llegado hasta los 92.000 millones de pesetas. Superada la para el Partido Popular difícil semana que protagonizó el líder de la oposición, José Luis Rodríguez Zapatero, con su golpe de efecto en el debate de Presupuestos y la fiesta-mitin de Vistalegre con motivo del vigésimo aniversario del primer triunfo socialista, los líderes más destacados del PP confían en recuperar protagonismo mediante una campaña con la que buscan mejorar su imagen y elevar así la moral en sus filas. Aznar hizo un balance positivo del debate presupuestario en la reunión que mantuvo a su término con los responsables del equipo económico, pero en la sesión de maitines del pasado lunes la cúpula de su partido reconoció que debe mejorar las relaciones con los medios de comunicación.