Diario de León

Los cambios provocan la salida de la Generalitat de dos consejeros y el cambio de funciones de otros dos

Pujol remodela el Gobierno catalán, reforzando la posición de Artur Mas

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, accedió a la petición de su «conseller en cap», Artur Mas, de remodelar el Gobierno catalán co

De izda. a derecha y de arriba abajo, Pomes, Gispert, Pelegrí y Teixidó

De izda. a derecha y de arriba abajo, Pomes, Gispert, Pelegrí y Teixidó

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Sergi Olego - BARCELONA.
León

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Como novedad destaca la entrada de Antoni Fernández Teixidó al frente de Trabajo, Industria, Comercio y Turismo, y la de Josep María Pelegrí en Gobernación y Relaciones Institucionales. Asimismo, Felip Puig asume el cargo de portavoz del ejecutivo catalán a la vez que continúa como conseller de Política Territorial y Obras Públicas. El resto de las transformaciones supone que el gobierno catalán pase de tener tres comisiones delegadas a dos, una de ellas de asuntos institucionales y sociales que presidirá De Gispert, y otra de asuntos económicos bajo la supervisión del consejero de Economía, Francesc Homs. El departamento de Bienestar Social, que pasa a llamarse de Bienestar y Familia, mantiene al frente a Irene Rigau. La remodelación supuso el cese de Antoni Subirá (Industria), Xavier Rius (Sanidad), Lluis Franco (Trabajo) y Josep Delfí Guardia (Justicia). El cambio de Gobierno otorga a Artur Mas el liderazgo que venía reclamando desde hace tiempo para afrontar con más fuerza las próximas elecciones a la Generalitat de 2003. Jordi Pujol accedió finalmente a las peticiones de Mas y aseguró, en rueda de prensa, que el nuevo Gabinete nace con voluntad de continuidad, más allá de los comicios. «Estos cambios representan poco a poco formar un nuevo equipo de gobierno para la actual y la siguiente legislatura que irá de 2003 a 2007. Se trata de un nuevo proyecto propulsado por un nuevo equipo con Mas como figura destacada como candidato de CIU a las elecciones», explicó. Artur Mas secundó las manifestaciones del presidente de la Generalitat y subrayó la importancia de configurar un nuevo equipo de gobierno. «Estamos marcando las grandes líneas de un proyecto de futuro. No, únicamente para la legislatura del 2003 al 2007 sino también para las que van más allá», afirmó. Tanto CDC como UDC están bien representados en el nuevo equipo de gobierno. Por un lado, se produce el reforzamiento de Nuria de Gispert, la figura política más relevante de Unió tras Duran i Lleida, como consejera de Justicia e Interior. Por otro, se le da más importancia a la figura de Felip Puig, situado en el ala más soberanista de CDC, que pasa a ser portavoz del gobierno además de continuar como titular de Política Territorial. Las consejerias afectadas por los cambios habían sido criticadas con dureza por la oposición. Los apagones de la ola de frío de finales de 2001 o el cierre de empresas que afectó a las carteras de Industria y Gobernación; la fuga de presos, que colocó en el ojo del huracán al departamento de Justicia; o las muertes producidas en accidentes laborales, que vivió el departamento de Trabajo, situó al Gobierno catalán en una delicada situación. Fruto de todas estas vicisitudes, además de las encuestas que situan a CiU entre la espada y la pared, obligaban al partido catalán a mostrar las cartas de su baraja. Artur Mas, que ya presentó el pasado 21 de octubre su nuevo proyecto, ha sido el encargado de dibujar unas variaciones en el gobierno destinadas a mejorar la imagen de su partido y a consolidar una posición de fuerza de cara a las próximas elecciones a la Generalitat. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores y candidato del PP a la Generalitat de Cataluña, Josep Piqué, afirmó ayer que esta remodelación implica el reconocimiento del desgaste del Ejecutivo liderado por Pujol. Piqué afirmó además que los cambios de Gobierno son una decisión que corresponde tomar a la Generalitat cuando lo crea conveniente, y por lo tanto tiene todo el respeto por parte del PP de Cataluña.

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