Ana Botella prepara su desembarco en la política activa junto a Gallardón

Poco después de ser designado candidato del PP al ayuntamiento de Madrid, Ruiz-Gallardón invitó a Ana Botella a formar parte de su candidatura municipal. Desde ese día, la esposa del presidente del Gobierno ha acelerado la reflexión sobre la posibilidad de asumir un mayor protagonismo en la vida política del PP, que ya manejaba desde hace algún tiempo aunque con el horizonte de las elecciones generales de 2004. El todavía presidente de la Comunidad de Madrid confirmó este jueves, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, su invitación a Botella. «En el supuesto de que quisiese dedicarse de una forma intensa a la política a mí me gustaría mucho que lo hiciera en mi equipo», dijo Ruiz-Gallardón, quien confesó que todavía no está en disposición de anunciar si la esposa del jefe del Gobierno aceptará o no la oferta. Pero Ana Botella salió al paso de las dudas y rumores al confirmar que no descarta tal posibilidad aunque advirtió que la consecución de esta reflexión «no depende sólo de mí» y aludió a su familia y otros detalles que influirán en su decisión final. Explicó que se ha dado de plazo hasta final de año para «decidir lo que voy a hacer en el futuro» y si finalmente se decide a asumir responsabilidades políticas directas en el seno del PP. Tampoco sabe todavía «ni cómo ni cuándo ni dónde» dará el salto decisivo. Sin embargo, si acepta la invitación de Ruiz-Gallardón tendrá que pronunciarse antes de primeros de año para que pueda ser incluida en la candidatura municipal de Madrid como aspirante a concejala. La vocación política de la esposa del presidente del Gobierno está fuera de toda duda para los dirigentes populares que siempre elogiaron su capacidad para conectar con el electorado. De hecho, Ana Botella, siempre ha sido una de las personalidades del PP más solicitada por las agrupaciones territoriales cada vez que había campaña electoral. Pero ella siempre se resistió a dar el paso a la política activa mientras su marido ocupara un cargo público y se limitaba a defender su papel de esposa y colaboradora de la carrera de José María Aznar. En los últimos meses, Botella empezó a manejar la posibilidad de tomar el relevo cuando su esposo abandone la Presidencia del Gobierno, en el 2004.