El 99% de los gibraltareños se mostraron contrarios a que Londres y Madrid compartan la soberanía
PP y PSOE apuestan por el diálogo con el Reino Unido sobre Gibraltar
El Gobierno y el PSOE restaron ayer importancia y valor al resultado del referéndum celebrado ayer en Gibraltar y destacaron que lo esencial es que
Palacio recordó que la consulta «no tiene ningún efecto de tipo jurídico y contraviene todas y cada una de las resoluciones de Naciones Unidas». La ministra señaló que seguirán las conversaciones con el Gobierno británico para intentar «buscar una solución que resuelva el contencioso histórico y que tenga en cuenta los intereses de los residentes». También el vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, hizo hincapié en que «no hay que darle mayor importancia» a este referéndum, ya que lo que hay que hacer es «seguir trabajando con determinación» en lo «verdaderamente importante», las conversaciones que se mantienen con el Reino Unido sobre Gibraltar. Tras recordar que «han cambiado mucho las cosas en los últimos tiempos» en relación con este asunto y estar en una situación «mejor que nunca», defendió una «cierta reserva» para las conversaciones que se mantienen con Londres. El portavoz del Ejecutivo dijo que «ya se sabía» que el referéndum iba a concluir con un resultado como el que se ha conocido porque explicó que «sólo había campaña para el no» y «no tenía ningún valor legal». El portavoz socialista en el Congreso, Jesús Caldera, restó igualmente importancia al resultado del referéndum, que calificó de consulta «ficticia» e «inútil», y se mostró partidario de continuar las conversaciones con el Gobierno británico. Caldera consideró que «la responsabilidad queda ahora del lado» del primer ministro británico, Tony Blair, y tras afirmar que el resultado es «lógico», señaló que el referéndum tenía como único objetivo entorpecer las negociaciones y no resolver los verdaderos problemas de los gibraltareños. Frente a esas opiniones, el ministro principal del Peñón, Peter Caruana, consideró que el resultado del referéndum será un «obstáculo» para el proceso negociador entre España y el Reino Unido. Caruana cree que la victoria del «no» a una posible soberanía compartida del Peñón entre el Reino Unido y España es un «triunfo para la democracia» y para la «libre expresión y la voluntad de un pueblo».