Calviño habla de «corregir» y no derogar la reforma laboral
La primera reunión con Economía incluida se salda sin avances
Apenas un día después del acuerdo entre los socios de Gobierno para aclarar cómo será la derogación de la reforma laboral que impulsó el PP hace casi una década, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, volvió a matizar ayer el sentido de ese término, el de la derogación, al considerarlo «un debate estéril».
Así se refirió Calviño a este contexto en el que lleva tres años «intentado huir de debates estériles» y de «eslóganes». La ministra de Economía apuntó que los ciudadanos «se merecen algo más», como mirar al futuro y construir un mercado laboral que resuelva los problemas del pasado.
Se trata del sentido en el que Calviño quiere que acabe la modificación del Estatuto de los Trabajadores, más vinculado al siglo XXI y a las nuevas formas de trabajo ligadas a la digitalización, entre otros aspectos que ya son una realidad. Calviño reiteró que desde «hace bastante tiempo» se ha dicho con «claridad» que «todo el Gobierno está absolutamente comprometido con una reforma laboral que permita erradicar la precariedad», apeló a la necesidad de «huir del ruido» y de los «eslóganes» en relación con la ‘derogación’.
Se trata de «corregir aquellos elementos que hemos venido arrastrando», indicó Calviño, que se mostró «relativamente optimista» en relación a alcanzar un acuerdo con los agentes sociales porque los ve «muy comprometidos».
Las palabras llegaron el mismo día en el que Gobierno, sindicatos y patronal mantuvieron una nueva reunión para tratar los aspectos susceptibles de ser modificados en la legislación laboral. Fue la primera que se celebró con el último esquema planteado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para zanjar la crisis interna abierta entre las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz, con la presencia de ambos departamentos en la negociación.
El encuentro sirvió para tratar de forma monográfica la temporalidad. Se trata de adaptar el artículo 15 del Estatuto de los Trabajadores —el que define esas modalidades— para acabar con la eventualidad excesiva de los contratos del mercado laboral.