Pujol afirma sentir «asco» porque los socialistas defiendan ahora su dignidad

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, calificó ayer de «éticamente muy graves» las críticas recibidas por la reciente remodelación del Gobierno catalán. Pujol se mostró muy indignado con las declaraciones de Joaquim Nadal (PSC), que el viernes acusó a Arthur Mas de enterrar a Pujol en vida y someterlo a una agonía indigna. Pujol aseguró sentir «asco» por el hecho de que los socialistas «se preocupen ahora por mi dignidad» y «respeto» cuando «me han estado machacando, calumniando y denunciando durante 23 años». El presidente catalán acusó al grupo socialista de haber hecho «todo lo posible para pervertir mi imagen, la de mi familia, la de muchas cosas que he tenido en mi entorno, que he querido, políticas y no políticas», y de «hacer este bombardeo sistemático con voluntad de destrución». Pujol incluso afirmó que «algunos se habían hecho la ilusión de poder enviarme a prisión y ahora resulta que gente de este tipo se tiene que preocupar por mi dignidad». El dirigente nacionalista se refirió también la reacción del resto de partidos, como la del PP, que le pidió que se someta a una cuestión de confianza en el Parlament. Pujol calificó las críticas de «muy pobres» y de «poco contenido» y sobre los comentarios de ERC señaló que «hacen un discurso de lo más penoso». El presidente defendió la tarea que lleva a Artur Mas.