Nadie recibió a la delegación formada por generales, políticos y altos cargos
El Pentágono «humilla» a unos españoles en una visita oficial
«Humillante», «indignante» e «impropio de un país aliado». Con esos y otros adjetivos describió un grupo de españoles el trato que les dispensaron las autoridades esta
Eran 30 alumnos del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden) y estaban en Estados Unidos para un viaje de estudios que incluía visitas a instituciones y oficinas gubernamentales en Washington y Nueva York. El primer encuentro tuvo lugar el 4 de noviembre y su escenario fue el Pentágono. Llegaron encabezados por el consejero de Defensa de la embajada española en Washington, almirante Teodoro Deleste, y por el director del Ceseden, teniente general Domingo Marcos Miralles. La primera sorpresa se produjo a la entrada del edificio. Nadie aguardaba a los españoles y ninguno de los guardias sabía qué hacían allí aquellos extranjeros. «No estoy autorizado para dejarles pasar», fue la única explicación que les dio el responsable de la seguridad de la sede. Finalmente les dejaron pasar pero fueron atendidos por una azafata, tuvieron que pagar la comida y las conferencias a las que asistieron fueron en inglés y sin traductor. Al término de la visita, el malestar que reinaba entre los españoles era patente. «Con España se han portado mal», comentó un oficial del Ejército del Aire. El ministro de Defensa, Federico Trillo, que viajará al Pentágono para entrevistarse con Donald Rumsfeld, ya ha sido informado de lo sucedido.