La familia de Aníbal Sardón admite la gran rentabilidad de Gescartera

Dos hijos y la mujer de Aníbal Sardón, uno de los encarcelados por el presunto fraude de Gescartera, reconocieron ayer en la Audiencia Nacional que recibieron altos intereses por sus inversiones en la agencia de valores, mayores a los que obtuvieron la mayor parte del resto de clientes. Según fuentes jurídicas, todos coincidieron en asegurar a la juez Teresa Palacios que era Sardón el que se encargaba de gestionar sus inversiones y aseguraron que, de hecho, no recordaban cuánto habían invertido y que no tienen comprobantes de estas operaciones. Durante su relato, se remitieron en numerosas ocasiones a un documento que entregaron la semana pasada a la juez, en el que constan todas las inversiones que, según ellos, realizaron en Gescartera a través de la empresa AGP, dirigida por Sardón. Estas cifras, aseguraron las fuentes jurídicas consultadas, no coinciden en ningún caso con la declaración de patrimonio de la agencia de valores propiedad de Antonio Camacho con la que trabaja el juzgado. Como ejemplo, algunos abogados presentes en la declaración de hoy explicaron que en el escrito presentado consta que invirtieron 18,9 millones de pesetas en 1999, mientras que en los documentos de Gescartera aparecen como inversores de 31 millones. En todo caso, los tres imputados se definieron ayer como perjudicados por el fraude de Gescartera, puesto que también han perdido parte de su dinero en esta agencia. Los cuatro imputados se consideraron una familia «normal» en el aspecto económico y restaron importancia a la abultada inversión de 160 millones de pesetas que tenían en Gescartera. El mayor de los hijos, Aníbal Sardón Alhambra, es propietario del 50 por ciento de las acciones de AGP, mientras que la mitad restante es propiedad de la imputada Inmaculada Baltar, administradora única de esta sociedad. No obstante, el máximo responsable de AGP era Aníbal Sardón.