Sánchez lanza un mensaje a la Casa Real: no contempla que el emérito se instale en España
El presidente dice que el Gobierno no tienen ningún plan para Juan Carlos de Borbón y que su conducta daña a la Corona
Pedro Sánchez envió ayer un nuevo mensaje a la Zarzuela para mostrar el malestar del Gobierno por las consecuencias que tiene la conducta del rey emérito para la institución monárquica. Durante la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso, afirmó que las informaciones sobre los negocios privados y las presuntas irregularidades fiscales de Juan Carlos de Borbón «hacen daño a la Casa Real».
El presidente del Gobierno ya había dicho la pasada semana que el anterior monarca «debe dar explicaciones» sobre sus actividades financieras a pesar de que la Fiscalía de Suiza haya archivado la investigación sobre la supuesta donación de cien millones de dólares de Arabia Saudí. Ayer fue un paso más allá y señaló que las noticias que se han conocido sobre comisiones, regularizaciones con Hacienda, paraísos fiscales o fundaciones opacas vinculadas al anterior jefe del Estado «perturban» por el impacto que tienen en la imagen de la Corona entre los ciudadanos. «A mi no me gustan», subrayó en respuesta a la diputada de la CUP Mireia Vehí.
Este tipo de comentarios han indignado a Juan Carlos de Borbón, según ha hecho saber él mismo a personas de su entorno. Considera que son ataques desde el Gobierno sin fundamento legal.
Quizá por este malestar, o por otra razón, Sánchez complementó su reproche con un llamamiento a respetar la presunción de inocencia del rey emérito. Recordó que la investigación suiza está cerrada y que las tres líneas de pesquisas que tiene abiertas la Fiscalía del Tribunal Supremo en España no han desembocado «siquiera en una investigación judicial».
El Ministerio Público también tiene previsto dar carpetazo en las próximas semanas a sus actuaciones. Con lo que la única causa que quedaría en pie es la que se sigue en un tribunal de Londres por una denuncia de acoso de su examante Corinna Larsen, y que también puede ser archivada si el juez británico considera que era inmune en el momento que se produjeron los hechos denunciados.
Sánchez intentó deslindar una vez más al rey emérito de la Monarquía. Es como si se concluyera, razonó, que porque hay un diputado corrupto todos los demás son iguales. «Estamos hablando —subrayó— de personas, no de instituciones». Y, reiteró, no tiene más que reconocimiento hacia Felipe VI por sus «esfuerzos» en aras de la transparencia y modernización de la Casa del Rey.
El presidente del Gobierno también quiso dejar claro que no maneja ningún plan logístico para que Juan Carlos de Borbón regrese desde Abu Dabi. Ante el emplazamiento de la diputada de la CUP para que explicase si la Moncloa prepara «una plataforma de aterrizaje» para que el rey emérito se instale en una residencia oficial en España. «Debe usted tener más información que yo. Le voy a decir que no», afirmó.
Vehí se hacía eco de las informaciones atribuidas al propio rey emérito y que indican que planea volver a vivir en el palacio de la Zarzuela o en otro inmueble de Patrimonio Nacional en cuanto la Fiscalía del Supremo cierre sus pesquisas.
La alternativa de una residencia distinta a la Zarzuela estuvo sobre la mesa meses atrás, han reconocido fuentes gubernamentales, en las conversaciones que mantenía la exvicepresidenta Carmen Calvo con el jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín, ante un eventual retorno del emérito. Sánchez y otros portavoces de la Moncloa aseguran que no tienen ninguna información sobre los planes de Juan Carlos de Borbón porque la Casa del Rey no les ha informado. Unas palabras que chirrían porque sería, al menos, anómalo que el Gobierno no esté al tanto de los pasos de un exjefe del Estado.