Gobernar

Bueno, en toda esta terrorífica crisis política lo primero que hay que esclarecer es si Fraga mintió cuando aseguró que aquel fin de semana estuvo en Madrid sólo para ver a su hija y a un amigo personal. Porque la Cadena SER asegura tener pruebas, y las describe con todo lujo de detalles, de que el sábado viajó a Madrid, durmió en el Ritz, que el domingo temprano se marchó a la finca Las Flamencas de Aranjuez, donde estuvo cazando perdices, y que por la noche estaba de regreso en Galicia. Es decir, habría estado fuera, y cazando, el primer fin de semana, cuando la crisis del Prestige entraba en la etapa grave. Si se demuestra fehacientemente que ha mentido, supongo que no será necesaria la moción de censura anunciada por los socialistas gallegos: él mismo tendría que dimitir al instante. Porque todos los capotes que le están echando desde el Gobierno (Aznar, Álvarez Cascos, Cañete, etc) no servirían para nada. Los ánimos están demasiado exaltados para andarse con bromas. Que se lo pregunten al ministro Cañete, recibido en Muxia a gritos de dimisión. Como diversos partidos están poniendo de relieve, el presidente del Gobierno, doce días después del inicio de la catástrofe, todavía no ha pisado suelo gallego, lo cual es bastante inexplicable. De eso y de toda la fatal gestión del Gobierno tendrá que dar explicaciones en el Parlamento, lo mismo que sus ministros más afectados. Responder ahora que los socialistas tardaron mucho tiempo en reaccionar en la catástrofe de 1992 forma parte del típico estilo PP de echar balones fuera. No sé si fue así ni me importa: estamos en 2002 con un inmenso problema actual que habría que haber sabido administrar y que es preciso resolver. Más vale que se ocupen ahora en serio de todo ello y se dejen de recurrir una vez más al pasado, que diez años en política son la prehistoria. Aznar tendrá que explicar además quién ha coordinado de verdad las acciones, porque cada vez ha salido una persona distinta con apariencias de coordinador. Gobernar es resolver los problemas, no responder con simplezas a la oposición.