Pujol considera «inviable» la entrada de CiU en el Gobierno
El presidente del Gobierno, José María Aznar, y el de la Generalitat, Jordi Pujol, pusieron ayer de manifiesto sus discrepancias en política autonómica. Aznar rechazó de plano una reforma del Estatuto catalán, por considerarla «un riesgo innecesario», mientras Pujol consideró «inviable» la entrada de CiU en el Gobierno central por su «regresión autonómica». En la apertura de la primera jornada del Circulo de Economía, Pujol aseguró que las políticas «de regresión autonómica» del Gobierno del PP fueron la clave para que CIU no aceptara su oferta de entrar en el Ejecutivo y advirtió que la colaboración con este partido en Cataluña «tiene una difícil presentación». El líder catalán consideró «inviable» acceder al Gobierno central junto al PP. «¿Cómo vamos a entrar en el Gobierno si cada dos por tres estaríamos presentando recursos de inconstitucionalidad contra ese mismo Gobierno?», se preguntó. El presidente de la Generalitat optó por un ejemplo bastante significativo para exponer sus diferencias con el PP. Pujol se quejó de que «la Biblioteca Nacional de Madrid catalogue el valenciano, el balear y el catalán como tres lenguas distintas» un hecho que considera «un ataque, un intento de fragmentar la lengua catalana y una agresión gravísima». También aludió a la Ley de Calidad Educativa como otro punto en el que existen confrontaciones con el PP, aunque insistió en que lo que más le preocupa en estos momentos es «la política autonómica» del Gobierno. Pluralidad Poco después, y en el mismo foro, el presidente del Gobierno, José María Aznar, desacreditó la apuesta de CIU para reformar el Estatut catalán. «Yo no sugiero ni para España ni para Cataluña ni aventuras ni riesgos innecesarios que no se donde nos pueden llevar», aseguró Aznar. El jefe del Ejecutivo respondía así al ''conseller en cap'' de la Generalitat, Artur Mas, que, en el mismo acto, defendió un nuevo Estatuto para que Cataluña «deje de navegar en un estanque, salga a mar abierto y despliegue sus velas con el viento a favor» y poder «afrontar en mejores condiciones los retos del futuro». Una percepción que Aznar rechazó por completo. El presidente del Gobierno apuntó que cualquier posible reforma del Estatut sería una postura desacertada y totalmente «innecesaria». El presidente consideró que la «vertebración institucional y política» de España «reconoce la pluralidad del país» después de que «se ha cumplido gran parte de la reivindicación histórica de Cataluña en términos de autogobierno». Por otra parte, José María Aznar aseguró a los empresarios que la economía española crecerá este más del 2 por ciento y que las expectativas para el 2003 son «mejores».