Miles de personas llegadas de distintos puntos retoman la lucha contra el fuel en Galicia

Los pescadores están haciendo un esfuerzo titánico, con escasas horas de sueño emplean todo tipo de materiales artesanales, así como sus propias manos, mientras se preguntan si España no cuenta con los medios suficientes para atajar la desgracia, según comentaron algunos de los afectados. En este municipio coruñés, los pescadores calculan que recogieron el pasado miércoles unas 3.000 toneladas del hidrocarburo y ayer esperaban duplicar al menos esta cantidad, según informó Rufino Regueira, que posee varias bateas de mejillón en la zona. Regueira aseguró que confían más en el Instituto Hidrográfico portugués que en los servicios españoles en cuanto al alcance de las manchas de combustible, porque «acertaron con su previsión de que el vertido llegaría a las Rías Bajas, y en que el Prestige, hundido a 3.500 metros de profundidad, sigue vertiendo fuel», aseguró. La «impotencia» ante la catástrofe ha llevado a la sociedad gallega a demandar la presencia del Ejército en las zonas afectadas, una exigencia que hoy repetían varios de los afectados. En la jornada de ayer, se esperaba que el contingente militar de la Escuela Naval de Marín (Pontevedra), formado por unas 600 personas, se incorporara a las tareas de limpieza de las costas. El Ejército de Tierra ha anunciado también que seguirá instalando comedores y duchas en todos aquellos puntos donde se trabaje contra el vertido, según informaron fuentes municipales de Ribeira. Las Rías de Pontevedra y Vigo se encuentran seriamente amenazadas por la contaminación del hidrocarburo, mientras que el Parque Nacional de las Islas Atlánticas está ya afectado. En el día de ayer se reunieron en Santiago miembros de la Comisión Mixta que tratará la situación de estas áreas protegidas para adoptar medidas que minimicen los efectos de la marea negra.