Detenidos en Francia dos miembros del comando Vizcaya de ETA en una acción conjunta con España
Los miembros del comando Vizcaya de ETA Francisco Rodríguez Jaramillo y Ainhoa Gutiérrez San Torcuato fueron detenidos este miércoles por agentes de la División Nacional Antiterrorista de la Policía francesa, en la localidad de Biarritz, durante una operación coordinada con la Comisaría General de Información de la Policía española. Fuentes de la lucha antiterrorista explicaron que sobre Francisco Rodríguez Jaramillo y su compañera sentimental Ainhoa Gutiérrez pesaba diversas órdenes de búsqueda, captura e ingreso en prisión dictadas por la Audiencia Nacional por pertenencia al comando Vizcaya. Ambos lograron escapar a la redada realizada por la policía el pasado 30 de octubre contra este comando. Ese día fueron detenidos Unai Ipas Zagadi y Lourdes Cerrato Ocerín, en las localidades vizcaínas de Munguía y Erandio, respectivamente. Estos cuatro miembros de ETA se encontraba en libertad provisional tras haber cumplido dos años en prisión por los delitos de pertenencia y colaboración con banda armada. Una vez que la sentencia fue firme, la Audiencia Nacional ordenó su detención y vuelta a prisión. Sin embargo Rodríguez Jaramillo y Gutiérrez San Torcuato lograron escapar. Las mismas fuentes explicaron que estos dos miembros de ETA comenzaron sus actividades terroristas a partir de 1990, tras asistir a un congreso de la hoy ilegal Jarrai, organización juvenil de Herri Batasuna. En 1996 ingresaron en la estructura de comandos de ETA de la mano del activista Gaizka Gaztelumendi Gil, integrándose en el Vizcaya. Ambos fueron detenidos por primera vez el 24 de septiembre de 1997. Treinta años para Guridi La Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a 30 años de prisión al miembro de ETA José Ignacio Guridi Lasa por el asesinato el 7 de mayo de 2000 en la localidad guipuzcoana de Andoain del periodista José Luis López de Lacalle. La sentencia hecha pública ayer destaca que la víctima, como ponía de manifiesto el comunicado que los terroristas enviaron al diario Gara para reinvidicar el crimen, era «un periodista que opinaba libremente y mantenía ideas propias y distintas a las de la organización terrorista ETA», y con él se intentó «silenciar y destruir la libertad de expresión constitucionalmente consagrada».