El portavoz parlamentario socialista responsabiliza al Gobierno de convertir un accidente en catástrofe EL DESASTRE DEL «PRESTIGE»
Rajoy pide a Caldera que dimita por manipular un escrito para «triturarle»
El vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, y el portavoz parlamentario socialista, Jesús Caldera, pro
Caldera, de espaldas, muestra el documento a Rajoy en su comparecencia en el Congreso
La batalla dialéctica se cerró con la solicitud de dimisión de Caldera, a quien Rajoy denunció por manipular un documento oficial, con el sello de la Dirección de Marina Mercante, para «triturar» al Ejecutivo. Caldera, que acusó al Gobierno de convertir un accidente en una catástrofe, trató de demostrar con este papel que la polémica decisión del cambio de rumbo del Prestige la tomó Fomento y que, por lo tanto, Rajoy «mintió» en su comparecencia del pasado 5 de diciembre, cuando dijo que el giro de norte a sur del buque fue decidido por la empresa que lo dirigía y adoptada por el capitán del petrolero. El documento de Caldera evidenciaba que el polémico cambio de rumbo del buque a 240 grados suroeste fue ordenado a las 8.30 de la mañana del pasado 15 de noviembre por Marina Mercante, dependiente del ministerio de Fomento, y tuvo lugar en una zona de corrientes que provocaron la llegada masiva de fuel-oil a las costas gallegas. Negligencia antes del accidente -explicó Caldera-, porque se redujo de forma «negligente» la inversión en Salvamento Marítimo, hasta el punto de que ninguno de los diez barcos succionadores de fuel en el mar es español. Durante el siniestro, «porque la decisión de alejarlo de la costa no se consultó con expertos externos y, además, se fijó un cambio de rumbo fatal y determinante para la catástrofe final». Y, después del accidente, al «negar las consecuencias, tapar la descoordinación detrás de la manipulación informativa y esconder la falta de medios». Una carencia de recursos que Caldera consideró evidente incluso durante la visita del príncipe Felipe a las zonas afectadas.