El presidente norteamericano, George Bush, señaló que «Aznar me ha dicho que nunca más y yo le creo»
EE.UU. ofrece el apoyo incondicional a España para paliar los daños del «Prestige»
El presidente del Gobierno recibió durante su estancia en Washington compromisos de cooperación de la Administración norteamericana para hacer f
«Aznar me ha dicho nunca más y yo le creo», afirmó Bush y utilizó el español al parafrasear el lema que esgrimen los gallegos para reclamar soluciones que pongan fin al riesgo que amenaza sus costas. Además, el presidente norteamericano expresó su «pésame al pueblo de Galicia» y su comprensión ante la «sentida preocupación por los efectos del desastre del petrolero». El presidente español ofreció un balance positivo de su visita en lo que al desastre medioambiental se refiere y aseguró que todos los miembros de la Administración estadounidense con los que se entrevistó durante su breve estancia en Washington le han ofrecido «una cooperación incondicional para el presente y el futuro» en todo lo que exija la solución del grave problema que afecta a las costas españolas. La solidaridad norteamericana a que se refirió el jefe del Ejecutivo español quedó concretada en la reunión que mantuvo con la máxima responsable de la política de Medio Ambiente, donde ambas Administraciones acordaron la constitución de equipos conjuntos de técnicos para estudiar posibles instrumentos de colaboración en los trabajos de recuperación de costas. Un líder fuerte La buena sintonía entre Aznar y Bush quedó de manifiesto en los comentarios de ambos sobre su plena coincidencia en la lucha contra el terrorismo y las armas de destrucción masiva. La reunión -en la que estuvieron acompañados de un equipo de colaboradores entre los que estaba la consejera de Seguridad Nacional, Condolezza Rice y el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ramón Gil Casares- se celebró poco después de que Estados Unidos expresara sus recelos sobre el informe elaborado por los inspectores de la ONU sobre Irak, así como sus posibles consecuencias. En este ambiente casi prebélico, las declaraciones del presidente español vinieron a confirmar la identidad de criterios con la Administración norteamericana. «España y Estados Unidos», dijo, «trabajan en un margen de confianza muy profundo y estrecho», y añadió que esta cooperación continuará porque «así estoy decidido que siga siendo para el futuro en la lucha contra el terrorismo y las armas de destrucción masiva». Bush recompensó esta disposición de presidente español con elogios a su amistad y altura política. «Es uno de los líderes más fuertes del mundo con respecto a nuestra preocupación por mantener la paz y combatir el terrorismo», afirmó al tiempo que expresó sus condolencias por la muerte del guardia civil asesinado por ETA el pasado miércoles. El presidente norteamericano, que considera a su colega español un amigo personal, aseguró que Aznar «comprende de primera mano, mejor que nadie, las consecuencias del terrorismo». Por su parte, el jefe del Ejecutivo español, José María Aznar, explicó a los reporteros que su objetivo primordial es la defensa de «un mundo más libre, más justo y estable».