Los vientos de componente suroeste llevarán hoy el fuel a Touriñán
Una situación similar se vive en las localidades próximas al cabo de Touriñán, al norte de Finisterre. Allí, quienes desde hace un mes trabajan sin descanso para retirar vertido de las zonas afectadas ahora se desesperan con la llegada de más combustible y dicen que «esto va a ser el fin para todos, no hacemos más que quitar y viene de nuevo, quitamos y ya está cubierto todo al día siguiente». La inmensa lengua negra que cerca la costa de la Muerte está demasiado de las playas para poder frenarla, aseguran marineros que desde hace días se apostan en la entrada de la ría de Muros, de Noia o de la Coruña. Todos ellos parecen coincidir a la hora de señalar que la suerte está en su contra. El anuncio de vientos de componente suroeste para el próximo viernes en rachas de moderadas a fuertes «traerá la desgracia de nuevo a nuestra tierra, traerá toda esa mierda al litoral» La falta de buenas noticias y las predicciones poco halagüeñas no reducen, sin embargo, la labor de los cientos de voluntarios que se reparten a lo largo y ancho de la costa de la Muerte, como tampoco en las zonas afectadas en el sur de Galicia. En las rías Bajas, los vientos de componente sur que soplan desde hace varios días y se prevé que se mantengan en la zona en las próximas jornadas han sido sus máximos aliados. Las barreras artesanales preparadas en localidades de Bayona, Bueu o Cangas, junto a la importante labor de vigilancia y limpieza realizada en alta mar por las embarcaciones artesanales, detuvieron cualquier indicio de marea negra, que en este litoral pasó de largo, en paralelo a las localidades que durante días miraron con angustia hacia el mar. En ellas se intensifica ahora la labor de limpieza y regeneración de los arenales afectados, entre los que se encuentran algunos del Parque Nacional de las islas Cíes, la isla de Ons y de localidades de La Guardia, Santa María de Oia, Bayona o El Grove. La falta de medios y la escasa coordinación siguen siendo quejas continuas.