OPINIÓN Pedro Calvo Hernando
Estrategia de distracción
Ya puede aplicarse bien el Gobierno en su estrategia de distracción para intentar desviar a la opinión pública del desastre del Prestige, como está haciendo, porque sabe que su caída de popularidad es impresionante. En esa estrategia hay que situar el extemporáneo tema de la elevación a 40 años de las penas para los terroristas, en plenas vacaciones de Navidad, o el despliegue de actividad ahora de los ministros que estuvieron cazando o de turismo en los peores momentos de la crisis. Al menos no deberían caer en el patetismo. El presidente del Gobierno, José María Aznar, acababa de anunciar por enésima vez lo del cumplimiento íntegro de las penas y sin embargo, con una intención claramente dosificadora, nos sale ahora con lo de los 40 años. ¿Qué sentido tiene todo esto entre tanta Navidad y Año Nuevo, cuando son días en los que todos se largaban a Baqueira o por ahí? ¿Tendrá algo que ver este inusitado ataque de hiperactividad con el deseo de demostrar algo ante la opinión pública? Ellos verán, pero a la opinión pública ya no se la distrae fácilmente ni es sencillo desviar la atención de los problemas acuciantes. Los españoles están ahora con los ojos puestos en Galicia y la catástrofe del Prestige y nada puede ni debe hacerse para conseguir que miren a otro lado. Pero esa atención concentrada no es del gusto del Gobierno porque es cada vez más crítica y exigente de responsabilidades. Así lo acaba de acreditar el cuarto Pulsómetro especial del instituto Opina, con datos terribles: la mayoría de los españoles (56 por ciento) cree que fue un error alejar el petrolero de la costa, frente al 25 por ciento que cree todo lo contrario. Los ciudadanos siguen bajando la nota de los responsables de la crisis: todos suspenden, claro, y sólo Rajoy pasa del 3 (se pedía puntuación de 0 a 10), por encima de Aznar, Cascos, Matas, Cañete y Fraga, que no llega al 2. Más del 80 por ciento cree que el Gobierno no reaccionó con toda la eficacia y la rapidez que debiera. Dos de cada tres piensan que el Ejecutivo es responsable del desastre y que no lo afronta bien ni pone todos los medios necesarios. Una abrumadora mayoría no cree que la oposición haya sido desleal o antipatriota por sus críticas al Gobierno actualmente vigente. Eso sí, la mayoría piden que Fraga y Cascos dimitan.