La negativa de Mónica Oltra a dimitir compromete a sus aliados socialistas
Yolanda Díaz, que contaba con ella para su plataforma, guarda silencio tras la imputación y PSOE y UP se ponen de perfil
La resistencia numantina de Mónica Oltra a dimitir tras su imputación por un supuesto encubrimiento en el caso de abusos sexuales a una menor cometidos por su exmarido no solo coloca en una situación comprometida al presidente del Gobierno valenciano, el socialista Ximo Puig, también afecta a quienes son sus aliados más allá de la comunidad en la que ejerce como vicepresidenta y responsable de Políticas Inclusivas, desde Yolanda Díaz, que contaba con ella para desarrollar su proyecto político pasadas las elecciones andaluzas de este domingo, a Unidas Podemos en su conjunto. La número dos de la Generalitat Valenciana y líder de Compromís, se motró este viernes rotunda durante una rueda de prensa convocada oficialmente para que diera cuenta de los acuerdos aprobados en la reunión del Consell, pero monopolizada por la decisión del Tribunal Superior de Justicia de llamarla a declarar como investigada el próximo 6 de julio. No tiene ninguna intención de abandonar el cargo ni ahora ni aunque finalmente se presenten cargos en su contra. «Ninguna fase del proceso judicial cambiará lo que ocurrió hace cinco años ni va a alterar la verdad», adujo.
Oltra se presenta como víctima de una «cacería política que viene de la extrema derecha» a la que está dispuesta a hacer frente de manera heroica no por su interés personal sino por una causa mayor. «Esta gente no puede ganar —llegó a esgrimir a la pregunta de si no teme que su resistencia eclipse la acción del Gobierno—, porque si me lo hacen a mí se lo pueden hacer a cualquiera».
Su principal argumento defensivo es que es el propio auto del TSJ el que admite que no existe «prueba directa» en su contra. El escrito, sin embargo, sí habla de «una serie de indicios plurales que en su conjunto hacen sospechar la posible existencia de un concierto entre la señora Oltra y diversos funcionarios a su cargo con la finalidad, o bien de proteger a su entonces pareja (...) o bien de proteger la carrera política de la aforada». En concreto, a lo que se apunta es a que desde su consejería se dilató primero la apertura de una investigación sobre las denuncias de la menor abusada y después se ordenó un expediente para «desacreditar» su testimonio y «exculpar» a la Administración. «¿Trece personas a las que ni conozco ni sé lo que piensan ni lo que votan están mintiendo para salvarme a mí?», replicó la dirigente refiriéndose a los funcionarios responsables de ese infomre.
Advertencia de Compromís
En su partido, al menos de momento, la apoyan sin reservas. La coordinadora general de Compromís, Águeda Micó, incluso advirtió a Puig de que si opta por destituir a su número dos de manera «unilateral» considerarán roto el pacto de gobierno, el ‘Acord del Botànic’, del que también forma parte En Comú-Podem. No obstante, el alcalde de Valencia, Joan Ribó, sí abrió tanto el jueves como el viernes una rendija a que se fuerce la salida de su jefa de filas. A pesar de que insistió en que Oltra tiene todo su apoyo y de que defendió que «su actitud ha sido clara», apuntó que el partido debe reunirse la semana que viene para tomar una decisión que les compete a todos.
Entre tanto, los socios nacionales, incluido el PSOE, se ponen de perfil. El portavoz de la ejecutiva federal socialista, Felipe Sicilia, se limitó a hacer suyas las palabras que había pronunciado el propio presidente valenciano la víspera y proclamó su «respeto a las decisiones judiciales».
En privado, algunos socialistas reprochan a Compromís que pretendan que sea Ximo Puig quien «se coma el ‘marrón’» de destituir a su vicepresidenta y que, encima, se lo pongan imposible. «Espero que todo se aclare», fue todo lo que acertó a decir él este jueves. Unidas Podemos también se resiste por el momento a presionar a su aliada a pesar de lo delicado del asunto de fondo, que atañe a la protección, desde la instituciones, de una menor tutelada. Incluso la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez ‘Pam’, eludió de forma reiterada pronunciarse sobre el tema tras una visita en Vigo al Centro de Emergencia para Mujeres víctimas de Violencia.