Los abusos que han puesto en jaque a la vicepresidenta
Todo comenzó a mediados de febrero de 2017. En esos días de invierno, una adolescente de 14 años bajo tutela de la Administración valenciana relató a su entorno afectivo y los educadores del centro de menores en que se encontraba los abusos sexuales que sufría de otro trabajador. El señalado era Luis Ramírez Icardi, marido de la vicepresidenta y consejera de Igualdad Mónica Oltra. No se divorciaron hasta el 30 de agosto de ese año, aunque según los colaboradores de Oltra ambos no convivían desde 15 meses antes. La víctima narra cómo tras recurrir a él para que le ayude a «conciliar el sueño por sus miedos» y pedirle que le masajee el cuello y la espalda, Ramírez, creyéndola ya dormida, le coge la mano para masturbarse con ella. La menor finge no percatarse de la vulneración que está soportando por «la vergüenza» que siente. Los entrecomillados forman parte de los hechos que tanto la Audiencia Provincial como el Tribunal Superior de Valencia dan por probados cuando condenan al educador por primera vez en 2019 —el juicio se repite para incorporar pruebas que, supuestamente, podían exculpar al imputado— y vuelven a hacerlo en 2021. Cuatro años antes, cuando la adolescente refiere los abusos por primera vez, no media denuncia y ni el centro que la acoge ni el departamento de Igualdad intervienen.