Rabat prepara el entierro secreto y sin autopsia de los migrantes de Melilla
Marruecos aborta un asalto masivo al perímetro de Ceuta y detiene a 59 subsaharianos
El Gobierno de Rabat no tiene ninguna intención de abrir una investigación exhaustiva sobre la muerte de al menos 23 inmigrantes durante los disturbios y avalanchas que tuvieron lugar el viernes por la mañana en el masivo y violento asalto registrado a la valla de Melilla. De hecho, las autoridades marroquíes comenzaron ayer a abrir fosas en el cementerio de Sidi Salem, en la cercana ciudad de Nador, para inhumar los cuerpos de los migrantes subsharianos, según denunció la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), que además facilitó una imagen de las apresuradas excavaciones de las tumbas.
Diversas fuentes de la seguridad del estado españolas confirmaron la información proporcionada por la ONG del país vecino. La AMDH —que insiste en que tiene confirmada la muerte de 27 inmigrantes y no de 23 como sostiene Rabat— lleva advirtiendo desde el viernes de que Marruecos quiere cerrar este capítulo cuanto antes y que tenía intención de inhumar los cadáveres sin autopsia previa, sin tratar siquiera de identificarlos y sin ningún tipo de investigación judicial.
Responsables de ONG marroquíes y españolas ya avisaron horas después de la tragedia de que contaban con indicios de que, a diferencia de lo que afirman las autoridades de Rabat, no todos los ‘sin papeles’ fallecieron de forma inmediata durante la montonera en una vaguada en las cercanías del paso fronterizo de Barrio Chino en que desembocó el salto a la valla. Varios de los inmigrantes heridos murieron horas después por falta de atención sanitaria tras agonizar durante buena parte de la tarde del viernes.
Otra de las sospechas de los activistas pro derechos humanos es que algunos de los subsaharianos perdieron la vida por los golpes de los agentes marroquíes o por el uso de munición real por parte de las fuerzas de seguridad alauitas. La AMDH también denunció que desde el noche del sábado se ha prohibido el acceso a periodistas al Hospital Hassani de Nador, a cuya morgue fueron trasladados los cadáveres de los inmigrantes. En las últimas horas, estas instalaciones están vigiladas «día y noche» por policías y efectivos de las fuerzas auxiliares, de acuerdo con las informaciones de diversas organizaciones de ayuda a los inmigrantes; algunas de ellas eleva a más de 40 el número de víctimas y aseguran que la mayoría son de origen sudanés.
Las ONG marroquíes y españolas han distrubuido nuevas grabaciones en las que se aprecian agresiones por parte de las fuerzas de seguridad a los inmigrantes malheridos. En otras imágenes se observa cómo, tras los enfrentamientos, los agentes marroquíes maniataron y apilaron a los migrantes inmovilizados en el suelo de las calles del Barrio Chino de Nador.
Por ahora, el Gobierno español no ha pedido explicaciones ni la apertura de una investigación al Ejecutivo de Rabat. Es más, tanto el viernes como el sábado, el presidente Sánchez alabó la actuación de la Gendarmería del país vecino.
Entre tanto, las autoridades marroquíes han decidido rebajar la presión migratoria sobre Melilla. Entre el sábado y el domingo al menos 900 de los 2.000 inmigrantes que el viernes intentaron el salto masivo han sido trasladados a localidades del centro del país como Juribga o Kelaat Sragna, situadas a más de 600 y 800 kilómetros de Nador.
La tensión disminuye en Melilla pero aumenta en las inmediaciones de Ceuta. Ayer, la Policía marroquí detivo a 59 migrantes subsaharianos entre las localidades de Tetuán y Castillejos cuando se disponían a protagonizar un intento masivo de salto de la valla fronteriza ceutí. Los migrantes portaban objetos de hierro y material para facilitar la escalada en una operación «perfectamente organizada», según aseguraron las autoridades del país vecino.