Podemos cesa a Santiago y le sustituye por Lilith Verstrynge para invisibilizar al PCE
El movimiento afianza a Podemos al incluir a su número tres en el Ejecutivo y resta espacio a los comunistas
Las réplicas por el terremoto provocado tras las pugnas por conformar una coalición de izquierdas para las elecciones andaluzas parecían aletargadas, pero este viernes llegaron al Gobierno.
La líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, forzó el cese de su secretario de Estado para la Agenda 2030 y líder del PCE, Enrique Santiago, que será sustituido el próximo martes, en el Consejo de Ministros, por la secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstringe. Un movimiento que resta espacio a los comunistas del Ejecutivo y refuerza a los morados de cara a la recta final de la legislatura y en un momento en el que todas las confluencias del espacio de Unidas Podemos buscan ganar un buen puesto en la línea de salida de Sumar, el nuevo proyecto político que abandera la vicerpesidenta segunda, Yolanda Díaz.
La líder gallega se encontraba este viernes de viaje oficial en Estados Unidos y en Podemos no habían preparado el argumentario cuando se conoció la noticia, después de que el propio Santiago publicara su marcha de la secretaría de Estado en Twitter y, minutos después, rectificara y borrara el mensaje. Eso no evitó que la pólvora —y toda clase de especulaciones— corrieran. La liebre ya había saltado. Desde el Ministerio de Derechos Sociales explicaban a los medios que los cambios, un día después de que el PSOE anunciara los nombres de su nuevo organigrama, responden a una remodelación para reforzar posiciones de cara al final de legislatura, «en los que se impulsarán proyectos clave como la nueva Ley de Familias que aspira a medidas como establecer una renta crianza o extender los permisos de maternidad a seis meses», apuntan.
A cambio, el líder del PCE —señalan fuentes cercanas a la dirección morada— ganará peso en el grupo parlamentario. Santiago ha llevado desde los tiempos de Pablo Iglesias en el Gobierno las riendas de la relación con los primeros espadas socialistas en las negociación de las iniciativas legislativas más delicadas. La última, la desarrolló codo con codo con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, para alumbrar la Ley de Memoria Democrática. Ahora, explican, su labor se centrará al cien por cien en este tipo de cuestiones, con la siguiente parada en la derogación de la llamada ‘ley mordaza’. Pero ya no estará impregnado en la pátina de ser secretario de Estado.
Sólo queda Garzón
A nadie se le escapa en el espacio morado que tras las elecciones andaluzas del pasado 19 de junio Podemos ha eliminado a casi todos los cargos que el PCE ocupaba en la estructura gubernamental. Por cuestiones de cuotas, ya solo se mantiene en la cartera de Consumo a Alberto Garzón. La jefa del gabinete del Ministerio de Igualdad, recién nombrada número dos del PCE, Amanda Meyer, fue cesada en plena campaña electoral andaluza tras perder la confianza de la ministra Irene Montero. Las conversaciones para alumbrar un pacto para el 19-J se enredaron de tal modo que el partido fundado por Pablo Iglesias quedó fuera del registro oficial de la marca Por Andalucía, aunque finalmente pudo concurrir desde fuera. Izquierda Unida lideró la campaña electoral, tras imponer a su candidata, Inma Nieto, frente a la opción de Podemos, el guardia civil José Antonio Delgado. Y el resultado se saldó con un varapalo en las urnas y solo cinco parlamentarios autonómicos (en los anteriores comicios, junto a la confluencia de Teresa Rodríguez, habían cosechado 17). Un resultado que ha dejado cicatrices abiertas.
Santiago, por su parte, acababa de ser ratificado como secretario general del PCE hace tan solo dos semanas, con una ajustada mayoría (54%) y con corrientes cuestionando la presencia en el Ejecutivo de coalición por ahondar en una línea reformista y no revolucionaria. También se había destacado por liderar las protestas contra la cumbre de la Otan celebrada en Madrid, mientras en Podemos eran cada vez más conscientes de que se iban a tener que tragar el sapo, pese a sus quejas airadas, del aumento del gasto militar anunciado por Pedro Sánchez. «La ministra Ione Belarra ha decidido una reestructuración de su equipo del que ya no formaré parte. Quiero agradecer a Ione la confianza depositada en mí durante estos 16 meses en los que he dirigido la Secretaría de Estado», confesó en su cuenta de Twitter Santiago, esta vez con la noticia ya confirmada.
El dirigente comunista desembarcó en la secretaría de Estado en abril de 2021, en un momento convulso para Unidas Podemos tras la salida del Gobierno de Pablo Iglesias como vicepresidente segundo y el ascenso de Ione Belarra al ministerio de Derechos Sociales.
La líder de Podemos provenía precisamente del cargo que ocupará ahora Verstrynge. Santiago también ha defendido públicamente la estrategia de apertura del espacio político liderado por Díaz y se ha convertido en uno de los máximos defensores de su proceso de escucha. Un hecho que evidencia el alejamiento del líder del PCE del núcleo de poder de Podemos. Apenas dos años antes, el exvicepresidente Iglesias y el diputado de IU mantuvieron durante tiempo una relación cercana e incluso su familia se alojó en la casa que este tiene en Asturias durante el verano de 2020.