El independentismo boicotea el homenaje a las víctimas del 17-A
El acto institucional se ve perturbado por las soflamas de defensores de «teorías conspirativas»
Cinco años después de los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils, en los que fueron asesinadas 16 personas, las lagrimas siguen recorriendo La Rambla, punto cero del ataque yihadista y del homenaje institucional a las víctimas celebrado este miércoles. El emotivo acto contó con la presencia de familiares de los fallecidos y heridos, que tuvieron que escuchar los pitos y las demandas de «verdad y responsabilidad» que profirieron medio centenar de independentistas radicales, abonados a las «teorías conspirativas».
Apoyada en dos muletas, con importantes dificultades para caminar debido a las lesiones sufridas en un pie, Jumarie Cadman representó el sentir de los afectados presentes en la plaza Llano del hueso, junto al mosaico del artista Joan Miró. Allí tuvo lugar una emotiva ofrenda floral rota solo por las reclamaciones de este grupo de manifestantes, en su mayoría jubilados, contra los representantes institucionales. Jumarie es la madre de Julian Alessandro, un niño de 7 años con doble nacionalidad australiana y británica, que murió en el atropello masivo de La Rambla barcelonesa.
«Era tan enérgico y divertido, siempre haciéndonos sonreír. Fuimos tan bendecidos al haberlo tenido en nuestras vidas y vamos a recordar sus sonrisas y guardar su recuerdo con cariño en nuestros corazones», le recordaron entonces sus padres.
El recuerdo de Julian, las secuelas de su madre Jumarie o la presencia de una treintena de allegados y heridos en el acto de este miércoles, algunos llegados desde Australia, Holanda o Alemania, se vio enturbiado por la contestación de este medio centenar de personas, quienes pitaron y profirieron gritos contra los políticos presentes en el acto, después de que siguieran a las víctimas en la ofrenda floral.
Estaban el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, la presidente del Congreso, Meritxell Batet, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, o la titular de Transportes y Movilidad, Raquel Sánchez.
Villarejo y el saludo de Borràs
Portando mensajes pidiendo conocer «la verdad», abonados a la teoría de la responsabilidad del Estado y del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en el atentado por los vínculos del imán y cerebro del ataque Abdelbaki Es Satty, los presentes cargaron contra los políticos sin importarles la presencia de Jumarie Cadman y del resto de víctimas, cariacontecidas por lo que estaban viendo.
Durante el minuto de silencio, incluso, uno de los presentes gritó: «Vamos a dar un pequeño susto a Cataluña», en relación a unas declaraciones que realizó el comisario jubilado José Manuel Villarejo en una entrevista en la cadena autonómica TV3 sobre el papel del imán y su colaboración con el CNI. «España es un Estado asesino, queremos la verdad, hipócritas», vociferó otro de los concentrados, mientras el grupo seguía increpando a los asistentes al grito de ‘vosotros, fascistas, sois los terroristas’.
Al terminar el acto, la presidenta de Junts, Laura Borràs, que vive su peor momento ante el próximo juicio por un caso de presunta corrupción, se acercó a estos manifestantes, que le recibieron a gritos de ‘presidenta’ y corearon ‘Els Segadors’, el himno de Cataluña. Antes, su partido difundió un comunicado en el que criticaron «la pasividad por parte de algunos estamentos políticos y policiales del Estado español» durante el atentado y censuraron que «nunca se ha querido investigar con la transparencia y el rigor que requiere» la relación entre el CNI y el imán de Ripoll (Girona).
Por su parte, el asesor de la Unidad de Atención y Valoración a Afectados por Terrorismo, Robert Manrique, denunció que «un acto de homenaje a las víctimas tiene que estar limpio de mensajes políticos». De forma previa, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, reclamó que no se utilicen los atentados para «alimentar teorías de la conspiración», porque los propios Mossos dicen que «no tiene ninguna base» y criticó la actitud de Borrás: «Si hay cargos institucionales que han ido a animar este tipo de protesta y boicot creo que se retratan por sí solos y no es el comportamiento que se espera de ellos».
El homenaje fue presentado por la escritora Fàtima Saheb, duró unos 20 minutos y contó con la coral sinfónica de jóvenes Vozes. El acto se cerró con un minuto de silencio y la referida ofrenda floral mientras se interpretaba en directo ‘El canto de los pájaros’.
Los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona), del 17 y 18 de agosto de 2017, provocaron 16 muertos y más de un centenar de heridos de 24 nacionalidades. El memorial que se instaló en el Llano del hueso de La Rambla, donde se detuvo la furgoneta del ataque, consiste en una placa de 12 metros incrustada en el suelo con la inscripción ‘Que la paz te cubra, oh ciudad de paz’, reproducida en castellano, catalán, inglés y árabe.