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Feijóo, a Sánchez: «España no está para ególatras, signo de debilidad»

El líder del PP se reivindica en el inicio del curso político como el líder de la moderación

Fernández Mañueco, Alfonso Rueda, Núñez Ferijóo, Díaz Ayuso y Juanna Moreno, ayer. SALVADOR SAS

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León

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Moderación, educación y diálogo. Esta es la receta que propone Alberto Núñez Feijóo ante el curso político que se inicia este septiembre y que concluirá en 2023 con una elecciones generales, tras las que el líder del PP aspira a desalojar a Pedro Sánchez de la Moncloa. Algo en lo que, a día de hoy, las encuestas le auguran pronósticos favorables. «España no está para ególatras y egoísmos», proclamó Feijóo antes de añadir que los anteriores «son rasgos de debilidad». El presidente de los populares se rodeó de sus barones territoriales y del expresidente Mariano Rajoy en el municipio pontevedrés de Cerdedo-Cotobade —difícil imaginar otro escenario para Feijóo que Galicia para un baño de masas— para lanzar propuestas económicas y presentarse como víctima de una campaña de desprestigio sin precedentes desde las filas socialistas y de Unidas Podemos, a los que acusó de llegar al punto de compararlo con el presidente ruso Vladímir Putin.

En el aspecto económico criticó que España sea «la última de la clase» en recuperar la riqueza anterior a la pandemia. «El mercado laboral empieza a resentirse. No están aprovechando los fondos europeos, como reclaman todos los presidentes autonómicos y tenemos una deuda inasumible», argumentó. Pese a la, a su juicio, pésima situación económica y política, Feijóo dio por hecho que no habrá adelanto electoral, algo que tanto el presidente del Gobierno como el PSOE han descartado por activa y por pasiva, más aún cuando a España le corresponde la presidencia rotatoria de la Unión Europea en el segundo semestre de 2023. Y es que los socialistas apuestan parte de sus cartas en que el escaparate internacional de su líder ofrezca un apoyo extra en las urnas.

La primera batalla entre Sánchez y Feijóo, por tanto, se dará en las municipales y autonómicas del próximo mayo. En este punto, el líder de los populares sacó pecho de las amplias y sucesivas victorias de su formación en la Comunidad de Madrid, Castilla y León y Andalucía. Se centró especialmente, ante la atenta mirada de la madrileña Isabel Díaz Ayuso, en «el político de moda en 2022»: el andaluz Juanma Moreno. El jueves fuentes socialistas tildaron al presidente del PP poco menos que de marioneta en manos de Ayuso. Como respuesta, Feijóo aseguró que el suyo es un partido que dialoga, tanto de puertas adentro como hacia afuera. Se presentó como un dirigente que, a diferencia de Sánchez, no ofrecerá «monólogos para que se le aplauda sin más». Al contrario, «escuchará porque el pensamiento único no tiene cabida en el PP». No se refirió a Vox durante su discurso, aunque sí tendió la mano tanto a votantes socialistas desencantados como a «aquellos que dejaron el PP y pueden volver a votarlo» en contra de Sánchez. Los insultos «A mí no me importa que los ministros hagan turno para insultarme o que interrumpan sus vacaciones para leer los argumentarios que envía Moncloa». Feijóo respondió así a manifestaciones como la de María Jesús Montero que acusa al político gallego «no da la talla» para gobernar España porque «ni siquiera puede controlar a su partido», en referencia a Díaz Ayuso.