Cs busca «quitarse la etiqueta de muerto»
Ciudadanos inicia el curso inmerso en su proceso de refundación, en el que se debate el cambio de nombre, de color y hasta de líder, con el fin de intentar reflotar el partido de cara a las próximas citas electorales de 2023 donde se juega su supervivencia. La principal premisa es «quitarse la etiqueta de muerto» y mantener a flote una formación que ocupa el espacio liberal y que, en apenas un año y medio, ha perdido de un plumazo todo su poder autonómico tras desaparecer de los parlamentos de Madrid y Andalucía y obtener la mínima representación en Castilla y León.
Para la refundación, Inés Arrimadas ha delegado en un «equipo político», un G-8 que lidera la vicealcaldesa de Madrid Begoña Villacís, que comenzará este mes una gira por todo el país para abordar un proceso de escucha y reflexión con los afiliadosy que en la dirección prevén que se extienda hasta el otoño.
La idea es facilitar la participación de la militancia a través de cinco grupos de trabajo —funcionamiento orgánico, libertades, modelo territorial y regeneración democrática, políticas económicas, energía y digitalización, políticas sociales y medio ambiente, y Europa y asuntos exteriores— a los que hacer propuestas programáticas y organizativas. «En la refundación está en cuestión todo, todo menos una cosa: nuestros valores liberales», aseguró la líder naranja en julio, dejando una puerta abierta a su salida.
La semana pasada, el sector crítico a través de la plataforma ‘Somos Ciudadanos, que aúna a un centenar de cargos y otros 400 militantes, exigieron la dimisión de Arrimadas y la celebración de un congreso extraordinario lo antes posible para que los afiliados elijan una nueva dirección y una nueva estrategia política. Una petición que fue desechada en un principio por Arrimadas y su círculo como afirmó el vicesecretario general, Edmundo Bal, pero que habría terminado por aceptar tal y como trasladará a la dirección en la ejecutiva de hoy. En todo caso, la asamblea no se celebrará hasta que finalicen los trabajos de refundación, que no está previsto que lo hagan para antes de diciembre.