Bruselas quiere una reducción del 5% obligatoria de energía en horas punta
Los Veintisiete discutirán un tope al gas ruso y limitar los beneficios de renovables y nuclear
La escalada del precio de la energía ha llevado a Europa a una situación límite. Por ello, y ante los costes «estratosféricos» del gas tras la invasión de Ucrania, la Comisión Europea propuso ayer una batería de medidas de emergencia que discutirán este viernes los ministros de Energía de los Veintisiete.
Sobre la mesa está la imposición de un límite al precio del gas ruso, una reducción obligatoria del consumo de electricidad del 5% de los Estados miembro —sobre todo en horas punta— y un posible tope a los beneficios de renovables y nucleares, que se situaría en torno a los 200 euros/MWh.
Con estas herramientas, Bruselas quiere reducir la capacidad de Rusia para financiar la guerra en Ucrania. Desde el inicio del conflicto, los cortes de gas por parte de Moscú tienen como único objetivo «el chantaje» a la UE, aseguró ayer la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en rueda de prensa en Bruselas.
La jefa del Ejecutivo comunitario defendió la necesidad de «medidas urgentes» para enfrentar la crisis energética actual, un asunto en el que su organismo lleva meses trabajando. En línea con el plan REPowerEU para mejorar la soberanía energética de la UE, Bruselas propone ahora una reducción obligatoria de la demanda de electricidad de los Estados miembro. Aunque el organismo evitó pronunciarse de forma concreta sobre el volumen del ahorro, los Veintisiete debatirán el porcentaje de reducción, que podría situarse en torno al 5% en horas punta, momento en el que la energía es más cara y las centrales de ciclo combinado —el gas— entran en el mercado eléctrico.
Abaratar la factura
«Se trata, en definitiva, de reducir la demanda de una forma inteligente», incidió Von der Leyen. La idea es que un menor uso del gas sirva para bajar los precios de la generación de electricidad y repercuta, finalmente, en la factura de los consumidores. La Comisión deja en manos de cada país el diseño de los mecanismos para lograr este ahorro energético.
Otra de las medidas de Bruselas incluye la limitación de los beneficios de las renovables y la nuclear a 200 euros/MWh, una cantidad sujeta a cambios por los Veintisiete. Del mismo modo, la propuesta contempla que todos los beneficios extraordinarios de esas energías inframarginales queden en manos de los países europeos para proteger a los consumidores más vulnerables.
Además, Von der Leyen defendió la creación de un mecanismo de solidaridad para que los beneficios extraordinarios de las compañías petrolíferas, gasísticas y de carbón también puedan ser destinados a ese fin.
En línea con el tope al precio del petróleo ruso anunciado por los países del G7, el Ejecutivo comunitario anunció un tope al gas importado desde Moscú. El presidente ruso, Vladímir Putin, ya advirtió de que cualquier medida de ese tipo supondría el corte total de suministro por parte de Rusia.
La UE, por su parte, asegura «no tener miedo» ante ese escenario. Las reservas de gas europeas rozan ya el 82% y Europa confía en suministradores como Noruega, EE UU y Azerbaiyán, entre otros, para llenarlos. «Al principio de la guerra importábamos el 40% del gas de Rusia. Hoy en día ese porcentaje ha bajado al 9%», ilustró Von der Leyen. Con todo, en una intervención en Bruselas, el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, advirtió ayer de las graves consecuencias de un corte total por parte de Rusia. «La incertidumbre sigue siendo excepcionalmente alta y el riesgo de una recesión aumenta (...) Es posible que nos estemos dirigiendo hacia uno de los inviernos más desafiantes en generaciones», dijo.
La jefa del Ejecutivo comunitario se mostró confiada en que «con solidaridad, unidad y determinación política» el continente logrará salir reforzado de esta crisis.