El Gobierno profundiza en la batalla fiscal y anuncia una subida selectiva de impuestos
Montero negocia con UP la reforma del IRPF para rentas altas y del capital o más cambios en Sociedades
No será sólo el nuevo impuesto a las grandes fortunas. El Gobierno prepara un paquete fiscal más amplio que tendrá su reflejo en los próximos Presupuestos Generales del Estado para 2023, según anunció este lunes la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero. Las iniciativas se concretarán «en los próximos días», pero fuentes gubernamentales confirman que se trata de «subidas selectivas» y descartan, por ejemplo, una reducción del IVA para los productos básicos o la deflactación del IRPF, dos propuestas en las que hace hincapié el PP. Porque, en buena medida, lo que se busca es, precisamente, confrontar modelos.
Desde que, sacudido por la debacle de las elecciones andaluzas, Pedro Sánchez decidió intentar motivar a su electorado, algo apático, con un giro a la izquierda, los socialistas han ido haciendo suyas propuestas de Unidas Podemos que hace apenas cuatro meses miraba con recelo. Es el caso del impuesto a los ricos, que los morados plantearon como un complemento al Impuesto de Patrimonio el pasado junio y el PSOE se negó siquiera a debatir en el Congreso. Pero no solo. Antes fueron los impuestos extraordinarios a las energéticas y a la banca. O, con modificaciones en la cuantía y cobertura, el cheque de 200 euros para rentas inferiores a 14.000 euros.
Apenas ocho meses de las cruciales elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo, los socialistas se muestran decididos a ahondar en ese giro a la izquierda y a plantar batalla al principal partido de la oposición, por delante en la inmensa mayoría de las encuestas a excepción del último CIS, en un ámbito crucial, el de la política fiscal. Montero volvió a aprovechar, de hecho, las rebajas en el Impuesto de Patrimonio anunciadas en los últimos días por varias comunidades del PP para acusar a los populares de gobernar para una minoría de privilegiados en detrimento de la mayoría y de propugnar un «vaciamiento fiscal» para, dijo, abrir la puerta a la privatización de los servicios básicos.
Margen de maniobra
La número dos del PSOE se negó a adelantar cuáles son las figuras tributarias sobre las que se está trabajando en la comparecencia que ofreció en la sede de su partido. Sin embargo, el hecho de que en los Presupuestos no sea posible crear figuras impositivas nuevas reduce el margen de maniobra a modificaciones no excesivamente sustanciales de tributos ya existentes como el IRPF o Sociedades. Algo que, por otro lado, ya discute con Unidas Podemos en el marco de la negociación presupuestaria. El socio minoritario del Gobierno, que también reivindica su espacio y pelea porque se le reconozca la autoría de buena parte de las medidas estrella de la legislatura, aprovechó este lunes, de hecho, para escenificar sus presiones al PSOE con este asunto. Y tanto la portavoz de Podemos, Isa Serra como la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz —que hace tan solo cuatro días afirmó que habría Presupuestos en tiempo y forma- aseguraron que están muy lejos de llegar a un entendimiento sobre las Cuentas de 2023.
Exigencias de los morados
Las exigencias de los morados en materia fiscal dan una pista del contenido que puede acabar teniendo el nuevo paquete anunciado por Montero. Reclaman que el tipo efectivo de Sociedades, que ya se negoció el año pasado, pase del 3,8% al 15% y que se graven más a las rentas del capital en el IRPF frente a las rentas de los trabajadores.
En las resoluciones que Podemos presentó en el debate sobre el estado de la nación el pasado junio reclamaba además subir el IRPF para las rentas que superen los 10.000 euros mensuales (120.000 al año), introducir un recargo del 10% en Sociedades a las grandes empresas de distribución con el objetivo de financiar un cheque para la cesta de la compra; bajar del 25% al 23% ese gravamen para las pymes que facturen menos de un millón de euros y la rebaja del IVA de los productos de higiene femenina, de pañales, de clínicas veterinarias y de peluquerías.
La ministra de Hacienda, en todo caso, se limitó a afirmar que las medidas en estudio buscan «ser más justo con la gente, pero además que nuestra economía sea más resiliente y más robusta». «Tienen la misma vocación que nos inspira desde el primer día: proteger a la mayoría de nuestros ciudadanos, un estado de bienestar fuerte, que proporcione recursos para ayudar al sector del transporte, mecanismos de financiación para pymes, Ertes o prestaciones por cese de actividad...», insistió.