El PP salva a Marlaska de la investigación de Melilla
La Junta de Portavoces declara secretas las imágenes de la Guardia Civil
El Gobierno respira tranquilo. No habrá comisión de investigación sobre la tragedia de la valla de Melilla que el pasado 24 de junio costó la vida a entre 23 y 72 inmigrantes. El PP, finalmente y tras un largo debate interno, decidió unir ayer sus votos a los PSOE, Vox y Ciudadanos para tumbar en la Junta de Portavoces la propuesta de Unidas Podemos y de los socios del Gobierno para que el Congreso de los Diputados indagara durante semanas y hasta el fondo lo ocurrido aquel viernes en el paso fronterizo de Barrio Chino.
La negativa de los populares a apoyar una iniciativa en la que Bildu ha tenido un papel especialmente destacado ha acabado por abortar una comisión que iba a tener a Fernando Grande-Marlaska como principal protagonista y en la que el Ejecutivo se iba a arriesgar a un desgaste por un tiempo prolongado.
La Cámara Baja solo accedió este viernes a que el ministro del Interior comparezca en el Pleno el próximo 30 de noviembre para dar explicaciones. Será la segunda vez, porque Marlaska ya intervino en el hemiciclo el pasado septiembre para dar detalles sobre la que es la mayor tragedia conocida de la inmigración española. El Congreso también rechazó —con los votos de los socialistas y el grupo confederal— que fuera Pedro Sánchez el que hablara ante el Pleno sobre esta tragedia.
El acuerdo de la Junta también recoge que serán solo los portavoces de los diferentes grupos en la Comisión de Interior los que visionen las imágenes grabadas por el dron y el helicóptero de la Guardia Civil a pesar de que los socios del Ejecutivo habían reclamado el visionado público de esos vídeos, tal y como se hizo en la tragedia del Tarajal, en Ceuta. Los diputados verán esas imágenes, que hasta ahora solo tienen en su poder de manera íntegra el Defensor del Pueblo y la Fiscalía, a partir de la próxima semana en la sede del Ministerio del Interior.
Los tres partidos mayoritarios de la cámara y Ciudadanos frenaron en seco la iniciativa de Unidas Podemos, ERC, Bildu, Más País, Compromís, el BNG, Junts, PDeCAT y la CUP y que perseguía, entre otras cuestiones aclarar el número de víctimas que dejó la avalancha de inmigrantes o aclarar si hubo «pasividad» en la actuación de los agentes españoles ante las muertes o el permiso del Ministerio del Interior para que uniformados marroquíes entraran a España para proceder a devoluciones en caliente. Un extremo que, a pesar de las numerosas imágenes de agentes de la Gendarmería en territorio nacional, ha sido negado de forma categórica en sede parlamentaria por Marlaska, quien también sostiene que no hubo un solo muerto en suelo español.
El veto a la comisión supone un alivio para el Gobierno, que temía que esta investigación parlamentaria le supusiera un fuerte y continuado desgaste. La parte socialista del Ejecutivo ha visto como, finalmente, una conjunción de circunstancias y de estrategias políticas enfrentadas le ha salvado, por el momento, de ese mal trago. El PP, que sí que quiere usar la tragedia como ariete contra Marlaska y sus supuestas contradicciones, no quiere, sin embargo, quedar ‘retratado’ apoyando una comisión de investigación propuesta, entre otros, por Bildu y en la que, sin duda, también iban a acabar pasando mandos de la Guardia Civil.