PSOE y PP se apropian del discurso del rey para justificarse ante el bloqueo judicial

Lejos de sentirse apelados al diálogo y al acuerdo, PSOE y PP interpretaron, o adaptaron según su conveniencia, las palabras del rey en su beneficio tras el tradicional discurso de Nochebuena. Felipe VI hizo este 24 de diciembre especial hincapié en la necesidad de evitar «la erosión de las instituciones». El jefe del Estado realizó este llamamiento en medio de una batalla sin precedentes a cuenta de las renovaciones del Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional, a las que la cerrazón partidista de socialistas y populares ha llevado, de momento, a un callejón sin salida. Ello además de poner en jaque la relación entre el poder legislativo y el judicial.

Tanto socialistas como populares se escudaron en que Felipe VI les ha dado la razón a cada uno, por muchos puentes rotos y trincheras que existan entre las dos principales fuerzas políticas del panorama nacional. Eso sí, dejaron al margen la figura del jefe del Estado dentro del marco constitucional, algo que no hicieron otros partidos.

Por parte del PSOE, su presidenta Cristina Narbona destacó que lo más importante de lo dicho por don Felipe radica en que se garantice el buen funcionamiento y la integridad de las instituciones públicas. Sus palabras, añadió Narbona a modo de dardo indisimulado hacia el Partido Popular, «invitan a un ejercicio de responsabilidad individual y colectiva».

Alberto Núñez Feijóo coincidió en respaldar las palabras del Rey en defensa de la Carta Magna, aunque según su propia interpretación de la crisis institucional. «Compartimos el gran discurso del rey en defensa de la Constitución, el legado de la Transición y la fortaleza de las instituciones ante los desafíos que enfrentamos», valoró el líder del PP. Su número dos, Cuca Gamarra, alabó el «certero análisis y necesaria llamada a la defensa de los valores constitucionales» de Felipe VI. «La cercanía de la Corona —añadió Gamarra— es un impulso para que todos trabajemos juntos por un futuro mejor».

A Feijóo y Gamarra se les sumó dentro de las filas del PP la presidenta de la Comunidad de Madrid. Isabel Díaz Ayuso, que en las últimas semanas ha reiterado que Pedro Sánchez planea acabar con la monarquía para instaurar una tercera república, señaló que «el rey recuerda todo lo que debemos a la Transición y a los principios de la Constitución».

El desacuerdo de Unidas Podemos, Esquerra y el resto de las fuerzas del bloque de la investidura con el mensaje del jefe del Estado se daba por descontado antes de su misma emisión. Desde la formación morada se valoró que, si se está produciendo una erosión de las instituciones, esta se debe a una estrategia del PP. «Fue un discurso decepcionante», resumió la formación que lidera la ministra Ione Belarra.

El encargado de hacer las valoraciones fue Rafael Mayoral, secretario de Horizonte Republicano en el organigrama del partido. Toda una declaración de intenciones, según el cargo interno que ostenta mayoral. El dirigente de Podemos censuró que la Casa Real «sea incapaz de cumplir la función institucional de arbitrar y moderar los poderes del Estado» ante su falta de «legitimidad democrática» y el hecho de que el monarca no mencionase una palabra de la situación de Juan Carlos I, en los Emiratos Árabes Unidos desde hace ya dos años y medio.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, atacó con que «la Monarquía no es ejemplo de rectitud e integridad». «Nos reafirmamos más que nunca en nuestros valores republicanos, que están muy alejados del discurso del rey», remató el líder de ERC.

Lanzados contra Felipe VI

No fueron las únicas fuerzas políticas del bloque de investidura en lanzarse contra el discurso de Felipe VI, en el que el rey aludió a la unidad nacional como motor del progreso de España. El PNV retó al jefe del Estado a dar el primer paso en la regeneración de las instituciones, empezando por la monarquía misma. Así, el portavoz nacionalista Aitor Esteban propuso legislar en el Congreso para poner fin a la inviolabilidad del rey, una iniciativa que obligaría a una reforma constitucional del todo improbable sin la participación de, al menos, el PP. El artículo 56.3 de la Carta Magna especifica que «la persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad». Frente al mensaje de unidad, Esteban instó a Felipe VI a «aceptar la realidad de las naciones».

Jon Iñarritu, diputado de EH Bildu, cargó también contra un jefe del Estado que «la única vía para conseguir una sociedad más democrática y más igualitaria es alejarse de esta figura impuesta y anacrónica». Íñigo Errejón, líder de Más País, agregó que el rey ha tomado parte por aquellos que bloquean la renovación de los órganos judiciales. «Llamar polarización al secuestro de las instituciones es elegir», zanjó el fundador de Podemos.