El PP lamenta la extensión del ‘sanchismo’ al Constitucional
La elección de Cándido Conde-Pumpido como nuevo presidente del Tribunal Constitucional y la designación de la también magistrada progresista Inmaculada Montalbán como vicepresidenta es para el PP de Alberto Núñez Feijóo una prueba más de la extensión del ‘sanchismo’ a la corte de garantías. «Comprendemos que entre la opinión pública puedan suscitarse dudas acerca de su independencia», lamentaron ayer en Génova dado el perfil político exfiscal general del Estado durante los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero.
Desde el primer partido de la oposición insisten en que la elección del presidente del Constitucional no es baladí puesto que se trata de un órgano fundamental en nuestro Estado de Derecho, que debe «garantizar la supremacía de nuestra Carta Magna y su acatamiento por todos los poderes públicos». Lamentablemente, señalan, a día de hoy, «es una institución debilitada por los efectos del sanchismo». «Ya era inédito que dos exmiembros del Gobierno en ejercicio —en referencia a los nombramientos de Juan Carlos Campo y Laura Díez— pasasen a formar parte del tribunal nombrados por el mismo Gobierno que les designó para sus anteriores funciones», reflexionaban ayer en Génova.
Los populares critican además que no se haya cumplido el que era un pacto no escrito por el cual la vicepresidencia del Constitucional siempre la ha ocupado un magistrado de procedencia opuesta a la del presidente, de modo que debería haber sido elegido un conservador en vez de Montalbán. Una decisión que para Feijóo y su cúpula demuestra que el Ejecutivo de Pedro Sánchez actúa «saltándose consensos respetados hasta ahora» y «tensionando» el procedimiento.
A pesar de ello, los conservadores confían en que el tribunal —con mayoría progresista hasta 2026—, pueda blindar su actuación ordinaria de la «voracidad institucional» demostrada por el Gobierno a lo largo de la legislatura que ha colocado « a dedo» a militantes y simpatizantes socialistas al frente de instituciones».