Podemos lanza su campaña con Sánchez en su objetivo y sin contar con Yolanda Díaz
Reclama como logros propios el Ingreso Mínimo vital, el incremento del Salario Mínimo o el tope del gas ibérico
Podemos ha lanzado su campaña de cara a las municipales y autonómicas del 28 de mayo con el PSOE en su punto de mira. En su primer gran acto electoral, celebrado en Zaragoza al compás del noveno aniversario de la fundación del partido, la formación morada dejó claro que su principal rival en ayuntamientos y comunidades serán los socialistas, por mucho que se sienten juntos cada martes en el Consejo de Ministros.
Ione Belarra fue tajante: «El objetivo es dirigir las instituciones como partido mayoritario de la izquierda». La secretaria general de Podemos defendió que con una auténtica fuerza progresista al mando —descartó en ese marco ideológico a un PSOE del que dijo que «le tiembla el pulso»— se habría desbloqueado la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y ya estaría vigente una ley que topara los precios de la vivienda.
La líder de Podemos reivindicó en el haber de su partido medidas como la aprobación del Ingreso Mínimo Vital —que propuso Pablo Iglesias ya en 2014 pero que los socialistas incorporaron a su programa para las generales de 2016—, los sucesivos incrementos del Salario Mínimo Interprofesional —de los que la principal partícipe ha sido la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz— o el visto bueno de las autoridades de la UE para topar el precio del gas en España y Portugal —negociado en Bruselas por la vicepresidenta socialista Teresa Ribera—.
«Lo que hay que tener»
Pablo Echenique incidió en el mensaje de su jefa de filas: «Somos el único partido de izquierda que tiene lo que hay que tener». El port
avoz parlamentario dio por hecho que sin la presencia de Podemos en el Gobierno los acuerdos programáticos serían hoy «papel mojado». Los dirigentes de la formación morada se afanan en atribuirse los logros en los nueve años que han transcurrido desde que el quinteto formado por Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Juan Carlos Monedero, Carolina Bescansa y Luis Alegre presentó en público su proyecto desde un modesto teatro de barrio de Madrid.
«La hoja de servicios es impresionante», presumió Belarra, para a continuación defender que, desde su aparición en 2014, Podemos ha logrado acabar con el bipartidismo, ha gobernado en las principales capitales y ahora forma parte del Gobierno. Todo ello gracias a «la unión del partido», agregó, en la única alusión que cabría entender como un mensaje a Yolanda Díaz.
La historia, no obstante, juega en parte en contra de la exaltación de Belarra. De los bautizados como ‘ayuntamientos del cambio’ solo permanecen en manos de la izquierda Barcelona y Cádiz, ambos consistorios independientes de las directrices de Podemos. Por el camino se han quedado Madrid, A Coruña o la misma Zaragoza.
En cuanto a la unidad, del quinteto fundador únicamente Errejón sigue en la política activa y lo hace en Más País, competidor electoral.
Retener el poder municipal
En las elecciones del 28 de mayo Unidas Podemos se juega el poder territorial que retiene. Los precedentes no son buenos. En los anteriores comicios desapareció del Parlamento de Galicia y quedó reduido a la mínima expresión en la Comunidad de Madrid, Andalucía o Castilla y León. Su capacidad de influencia dependerá a partir del 28 de mayo de su poder para condicionar gobiernos municipales y regionales, lo que ocurriría de nuevo a priori con el PSOE como socio mayoritario.
Al complicado panorama de Podemos para el 28 de mayo se añade la decisión de Yolanda Díaz de no presentar su proyecto de Sumar a estos comicios municipales y autonómicos, lo que obliga a Belarra a concurrir sin el posible tirón de la vicepresidenta. Ione Belarra no ha hecho mención expresa alguna a Díaz. Podemos ya no la espera y ha lanzado la campaña por su cuenta y con el PSOE como principal objetivo.