La declaración menciona el Sáhara y el apoyo de España al plan de autonomía
Los dos países se comprometen a reforzar la cooperación en materia de protección de Derechos Humanos
La declaración conjunta que han suscrito España y Marruecos con motivo de la Reunión de Alto Nivel (RAN) vuelve a mencionar la cuestión del Sáhara y la postura adoptada por España, de la que el jefe de Gobierno marroquí, Aziz Ajanuch, se ha felicitado en hasta tres ocasiones en las últimas 48 horas.
Así, el texto señala que «en cuanto a la cuestión del Sahara Occidental, España reitera la posición expresada en la declaración conjunta adoptada el 7 de abril de 2022». «España considera la iniciativa de autonomía marroquí, presentada en 2007, como la base más seria, realista y creíble para resolver este diferendo», se señalaba en dicho texto, que no hacía sino recoger lo manifestado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su carta al rey Mohamed VI que permitió resolver la crisis diplomática abierta y facilitó su visita a Rabat.
Sánchez no ha hecho ninguna mención a la antigua colonia española en las dos intervenciones que ha hecho durante la celebración de la RAN, en la apertura de la sesión plenaria y en la declaración institucional final, y desde el Gobierno han venido insistiendo en los últimos días en que no había habido cambios respecto a lo que ya se dijo en abril.
No ha ocurrido lo mismo con el primer ministro marroquí, quien ya ayer en la clausura del foro económico se congratuló de la postura adoptada por Sánchez y ha vuelto a hacer lo mismo en sus dos intervenciones de este jueves, incidiendo en que para Marruecos el Sáhara es «la primera causa nacional».
DERECHOS HUMANOS
Por otra parte, España y Marruecos han reiterado su «compromiso con la protección y la garantía de los Derechos Humanos como base imprescindible para la convivencia democrática, el Estado de derecho y la buena gobernanza». En este sentido, ambos gobiernos se han comprometido a «reforzar su cooperación en este ámbito en la nueva etapa de las relaciones bilaterales».
El texto incluye asimismo palabras de elogio por parte de España a «la dinámica de apertura, progreso y modernidad que vive Marruecos, bajo el liderazgo activo» del rey alauí y también incide en que el país vecino constituye «un actor regional e internacional creíble y escuchado, que juega un papel decisivo para la estabilidad, la paz y el desarrollo en las regiones mediterránea, atlántica, en el espacio sahelo-sahariano y en Africa».
También hay palabras positivas del reino alauí hacia España ya que se saluda la «proyección internacional multidimensional» del país así como «sus múltiples contribuciones a la estabilidad, la paz y el desarrollo sostenible a escala regional e internacional».
Igualmente, se hace especial mención a la Presidencia de turno de la UE que asumirá España en el segundo semestre. En este sentido, Marruecos confía que contribuya a «la profundización de las relaciones privilegiadas» que tiene este país con el bloque y al «fortalecimiento de las relaciones euro-mediterráneas, euroárabes y euro-africanas».
De los 74 puntos que incluye la declaración, la última veintena está centrada en «la dimensión cultural y los lazos humanos», aspecto que Sánchez ha destacado particularmente defendiendo la necesidad de afianzarlos. En el ámbito de la educación, España y Marruecos se comprometen a facilitar la homologación y el reconocimiento de la enseñanza y de los títulos expedidos a los alumnos. Para ello van a promover el intercambio de documentación sobre los programas escolares en vigor.
Además, España estudiará medidas para simplificar los trámites administrativos de los estudiantes marroquíes en España y ambos países alentarán a las universidades públicas y privadas españolas a abrir sedes en Marruecos. Asimismo, Madrid y Rabat se comprometen a reforzar el aprendizaje de la lengua española en las escuelas, colegios e institutos marroquíes y solicitar la elaboración de un plan conjunto para la instauración de secciones bilingües en el sistema educativo marroquí en todos sus niveles.