Yolanda Díaz lo deja para después del verano
No habrá «frente amplio» de izquierdas, al menos, hasta el verano. Mientras crece el nerviosismo en el espacio político morado por la falta de concreción de Yolanda Díaz respecto al futuro de Sumar, su proyecto político, la vicepresidenta segunda ya ha decidido posponer hasta después de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo la conformación de la coalición de izquierdas que concurrirá a las generales (aún sin fecha en el calendario). Desde Podemos lamentan el retraso —«ya vamos tarde», repiten a todos los niveles de su organigrama— y aseguran «respetar» los tiempos de la líder gallega. De momento, ambas partes se limitan a reconocer que las conversaciones entre todos los actores llamados a formar dicha unión ya están en marcha.
Así lo desveló ayer el coportavoz de Podemos Pablo Fernández, que en la sede madrileña de la formación reconoció que Díaz les ha trasladado «que la negociación definitiva no se producirá hasta el verano, a partir del mes de junio».
«Nosotros respetamos los tiempos, creemos que vamos tarde, pero debe ser Yolanda la que dé el paso», zanjó.
Malestar en Podemos
La vicepresidenta ya anunció en julio del año pasado que Sumar, su plataforma política, no concurriría a los comicios del 28-M, un hecho que generó cierto malestar, sobre todo en el partido que dirige Ione Belarra. Ahora desde Podemos piden a la vicepresidenta que apoye a las candidaturas de su partido en la campaña para los comicios de mayo, que ya califican como «absolutamente trascendentales» para el futuro del espacio político. Pero hasta ahora Díaz solo ha confirmado su presencia en actos que celebrará la candidatura de los comunes que abandera Ada Colau para revalidar la alcaldía la ciudad de Barcelona.
El viernes, la vicepresidenta ya salió al paso de las prisas mostradas por Podemos en los últimos días y pidió a la formación morada que le dejen trabajar «con discreción» en la construcción de Sumar. También subrayó que está manteniendo reuniones con los partidos progresistas, incluido el de Belarra. «Para que las cosas vayan bien, para que sumemos, necesitamos discreción y sí les digo que dejemos trabajar a Sumar. Por tanto, si queremos sumar hagámoslo bien, con discreción y con cariño», resaltó.
El plan de la también ministra de Trabajo pasa por tejer una red de apoyo con una quincena de partidos. Su objetivo pasa por unificar el espacio político situado a la izquierda del PSOE para «disputar la partida» desde una posición transversal. Pero la falta de una militancia potente se suma a la dificultad de armar un puzzle que debe extenderse por todo el territorio.
Y ahí es donde se produce el mayor choque con Podemos. Los morados defienden su posición «hegemónica» en este revuelto de siglas y creen estar llamados a liderar, en calidad de aliados de Yolanda Díaz, la coalición que resulte de las negociaciones. «En política lo lógico es que cada uno tenga el peso que tiene. No tiene sentido plantear pesos artificiales. En la coalición actual cada partido tiene distintos pesos. Nunca hemos pedido en una coalición más peso del que nos corresponde», señaló el portavoz parlamentario del grupo confederal morado, Pablo Echenique.