Esquerra amenaza a Pedro Sánchez con no volver a apoyar su investidura
El partido de Junqueras muestra su malestar tras las últimas decisiones judiciales
ERC se colgó demasiado pronto la medalla de la reforma del Código Penal. La presentó como una amnistía de facto y ahora, tras las últimas resoluciones judiciales, le está costando defender que ha supuesto un avance para sus intereses. Oriol Junqueras seguirá inhabilitado hasta 2031 y Josep Maria Jové y Lluís Salvadó, colaboradores del primero, están en riesgo de ser condenados a penas muy altas por malversación. «Tres años dando estabilidad al Gobierno a cambio de nada», advierten en Junts, siempre críticos con la posición republicana, hasta el punto de que boicotearon la mesa de diálogo cuando estaban en el Govern. ERC replica que ha conseguido sacar de las cárcel a los nueve líderes del ‘procés’, vía indulto, ha derogado el delito de sedición y Jordi Cuixart, Jordi Sànchez, Josep Rull y Carme Forcadell están completamente libres de pena. Esquerra sigue defendiendo los resultados de su apuesta pragmática, plasmados en la mesa de diálogo, pero empieza a enviar avisos al PSOE. Los republicanos advierten a Pedro Sánchez de que no dé por hecha su futura investidura y, además, de que tampoco dé por acabado el ‘procés’. «Habrá una nueva negociación con nuevas cuestiones en la mesa», alertó recientemete Aragonès en una entrevista en Bloomberg. ERC está muy molesta, y así se lo trasladó Aragonès al ministro Félix Bolaños el jueves pasado, por la reacción del PSOE tras las últimas posiciones de la Fiscalia y el Supremo, aplaudiendo y sacando pecho. Aragonès amenaza con hacer caer a Sánchez (ahoy cenan juntos, con el Rey y con los organizadores del Mobile en Barcelona) y desde el entorno republicano ya deslizan que si Jové y Salvadó son condenados y entran a la cárcel «volverán a las andadas». Es decir, ERC se tiraría al monte de nuevo.
Joan Tardà, ya alejado de la primera línea, incluso ha verbalizado que si en el próximo ciclo electoral que empieza en mayo con las municipales, seguirá en diciembre con las generales y concluirá en 2024 o 2025 con las catalanas, la formación sale derrotada, será la hora de replantearse la estrategia.
«Ni un paso atrás»
El Gobierno «debe dar pasos mucho más comprometidos en el proceso de diálogo y negociación», dijo desde Dublín Aragonès, que advirtió de que «no consentirá pasos atrás». El presidente de la Generalitat quiere pasar a la fase dos de la negociación con el Gobierno. Inisiste en un acuerdo de claridad para pactar un referéndum, aunque sin cerrar del todo la carpeta de la desjudicialización, porque aún queda pendiente el juicio a Jové y Salvadó y a la treintena de exaltos cargos del Govern encausados por el 1-O. Esquerra está nerviosa. Su apuesta pragmática, que se basa en pactar con el PSOE en Madrid y ahora también con el PSC a nivel autonómico, puede no servirle para conseguir su objetivo electoral: ganar en Barcelona, crecer en el área metropolitana y consolidar la presidencia de Aragonès.
La carrera por la alcaldía de Barcelona se presentaba como una pugna entre cuatro, pero en estos momentos apunta a un mano a mano entre Colau (comunes) y Trias (Junts). Los junteros han apostado por un candidato moderado y podrían dar un giro de 180 grados.