El general dice que la red Mediador le usó para extorsionar a empresarios
Espinosa alega que el dinero encontrado en su domicilio procede de la venta de un piso
El general retirado de la Guardia Civil Francisco Espinosa Navas, el único de los investigados en el caso Mediador en prisión provisional, esgrime que el intermediario que da nombre a la causa, Marco Antonio Navarro Tacoronte, lo utilizó como «cebo» para extorsionar a empresarios.
En su declaración en el Juzgado de Instrucción 4 de Santa Cruz de Tenerife, a la que ha tenido acceso Efe, Espinosa también alegó que los 61.110 euros ocultos en una de sus viviendas provienen de pagos en efectivo por la venta del piso de su padre tras fallecer, de la compra de un reloj de lujo a un amigo y del acopio de dinero que hizo en la pandemia, cuando «pensábamos que se iba a acabar el mundo —dijo—».
Espinosa indicó que nunca pidió dinero a ningún empresario y que su intervención en los contratos que le fueron adjudicados al empresario del sector de los drones José Santiago Suárez Estévez (también imputado), cuando estuvo destinado en el Sahel, se limitó a la parte técnica.
Preguntado por el fiscal si alguna vez remitió esas características técnicas o cualquier tipo de información previa a Suárez, contestó: «No lo sé, no me acuerdo». Francisco Espinosa Navas indicó en el interrogatorio previo a su envío a prisión que las comidas a las que acudió, tanto en Madrid como en Canarias, las organizaba Navarro Tacoronte para introducir a diferentes empresarios dentro de su «tela de araña».
Su objetivo, explicó el general retirado, era hacerles ver a esos empresarios que lo tenían a él de contacto y, si no accedían a darles el dinero que les reclamaba, les decía: «Oye, conozco a fulanito, menganito, y como no me hagas esto resulta que te vas a enterar».
Detalló que conoció al mediador «de casualidad», pues ambos coincidieron en un restaurante en Valencia, donde él cenaba con unos amigos, uno de los cuales José Santiago Suárez Estévez.
Contó que más adelante el mediador se ofreció para enviarle desde Canarias una caja de puros a través de otro de los investigados en la causa, el empresario del sector de la energía fotovoltaica Antonio Bautista, y que mandó a su chófer a buscarla al aeropuerto.
La cosa no quedó ahí y Navarro Tacoronte, siempre según la versión del general retirado de la Guardia Civil, le pidió que quedaran para tomar un café en Madrid, adonde viajaba asiduamente, dos o tres veces cada mes, porque trabajaba para «un diputado».
A preguntas de la juez dijo que al socialista Juan Bernardo Fuentes Curbelo, considerado por los investigadores como el líder de la rama política de la trama, «no lo conocía entonces ni ahora», como tampoco a su sobrino Taishet Fuentes, ambos exdirectores de Ganadería del Gobierno de Canarias. Contó que en Madrid quedó con el mediador y con el empresario Antonio Bautista, otro de los imputados, y que ambos le plantearon que colaborara con ellos en una empresa de placas fotovoltaicas en Canarias cuando se retirase de la Guardia Civil.