Feijóo gira el PP hacia el centro y crea una fundación con el espíritu político de Rajoy
Reformismo21 busca «huir de capillas y facciones ideológicas» y reconstruir España desde la centralidad, huyendo de «trincheras»
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, presentó ayerla nueva fundación del partido, ‘Reformismo21’, para «reconstruir» España a través de «un gran proyecto sin etiquetas» en el que se «reconozcan la gran mayoría de los españoles» y que esté basado en la moderación, la centralidad y el reformismo, alejado de «radicalismos» y «trincheras».
«La composición plural de este consejo se explica también por un deseo serio y sincero del PP de huir de capillas y de facciones ideológicas. Creo que a España le ha llegado la hora de salir de las trincheras», dijo Feijóo en el acto de presentación de la fundación, después de que se haya interpretado que este órgano ha recuperado a destacados ‘marianistas’ y personas del equipo de la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.
El PP ha bautizado con el nombre de ‘Reformismo21’ a la fundación, sustituyendo así al de ‘Concordia y Libertad’, que fue el elegido por Pablo Casado en su día bajo la batuta de Adolfo Suárez Illana, ya fuera de la política. Ahora este nuevo proyecto tendrá como director general al economista Pablo Vázquez, expresidente de Renfe.
Entre los integrantes de la fundación figuran los exministros Fátima Báñez, Ramón Escolano y Josep Piqué, así como con el entrenador Toni Nadal, actual director técnico deportivo de la ‘Rafa Nadal Academy’, o la presidenta de la organización civil Concordia Cívica, Teresa Freixes.
También se han sumado a este proyecto el diplomático y ex embajador de España en Estados Unidos, Ramón Gil-Casares; el exministro de Ciencia, Tecnología y Enseñanza Superior de Portugal Nuno Crato, y Javier Santacruz, integrante de la plataforma «La España que reúne», entre otros.
Feijóo, que posó con los integrantes en foto de familia, «la gran mayoría sin vínculo con el PP», dijo que el objetivo es «reconstruir» España en el ámbito económico, social e institucional porque hay margen de mejora y hacerlo con personas que concitan un alto grado de reconocimiento social, «sin sectarismos y sin un atisbo de voluntad de subordinación ideológica».
«Quiero liderar la reconstrucción en todos los ámbitos pero no quiero hacerlo solo ni que mi partido lo haga solo», dijo Feijóo, que recordó la alocución de Ortega y Gasset ‘no es esto, no es esto’ con la que expresaba su decepción por la «deriva» de la política española de entonces. Según indicó, lo que tienen ahora tampoco es lo que él quiere y la mayoría de los españoles «ya lo sufre y lo lamenta».
Feijóo aseguró que la política de los últimos tiempos ha «pretendido atrincherar» a la sociedad, por lo que emplazó a «rebelarse contra eso» porque la gente «no está permanentemente enfrentada entre sí» sino que los españoles tienen objetivos comunes que «deben volver al primer plano de la política ya».
En este punto, animó a «salir de las trincheras» y volver a «construir con leyes, decisiones políticas razonables y valores cívicos» que han sido rechazados. A su entender, los valores son los «cimientos sobre los que hay que volver a levantar una España que sea de todos, que respete a todos y que no sea hostil con nadie» .
Además, reivindicó el centro como una forma de hacer política al margen de las «confrontaciones sectarias que han lastrado y dejado exhausta a España en los últimos años» y ha defendido «concentrarse en lo que importa a todos, tratando de conciliar distintos puntos de vista».
A su entender, si se quiere que España tenga futuro es necesario «cerrar el capítulo de la confrontación y entrar en una nueva fase de cooperación con un gran proyecto sin etiquetas» en el que se reconozcan «la gran mayoría de españoles». «Yo me encuentro más cómodo en la moderación, ajeno a la radicalidad que generalmente imposibilita los grandes acuerdos que una sociedad necesita para avanzar», confesó.
Alberto Núñez Feijóo apostó además por el reformismo porque históricamente los mejores momentos de los países coinciden con periodos reformistas, y los peores con «momentos rupturistas». «Todo lo que está llamado a perdurar, necesita reformarse», ha dicho, para añadir que «siempre es mejor modernizar que romper».