Dos muertos y un desaparecido en un naufragio veloz
El ‘Vilaboa’, con diez tripulantes, se hunde en apenas media hora frente a Santander
En apenas media hora el pesquero Vilaboa Uno, con diez tripulantes a bordo, pasó de tener una fuga de agua a quedar bajo las aguas del Cantábrico frente a Santander sin que los dos barcos que acudieron en su auxilio pudieran hacer nada para evitar una nueva desgracia marítima que deja dos pescadores muertos y otro desaparecido.
Estos dos pesqueros rescataron a siete tripulantes del barco y a los dos pescadores que habían fallecido, uno español, de Santander, y otro de Ghana, mientras los trabajos se centran en encontrar al único desaparecido, de origen peruano, en un operativo que coordina Salvamento Marítimo y en el que participan helicópteros y embarcaciones.
El Gobierno dejó claro que «tiene activos todos los medios» necesarios para recuperar al pescador del Vilaboa, un pesquero de 32 metros de eslora, que ayer volvió a puerto con caballa o verdel y cuya tripulación estaba compuesta por diez pescadores de España, Ghana, Perú o Senegal, la mayoría de este país africano.
A la espera de que en las próximas horas, tal y como ha confirmado Salvamento Marítimo, la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos abra una investigación, el estupor, el dolor y la conmoción se mezclan en el barrio pesquero de Santander.
«Nadie se explica lo que ha podido ocurrir», dijo el consejero cántabro de Pesca, Guillermo Blanco, que incidió en que las condiciones del mar era buenas y que el barco estaba parado para comenzar a faenar.
En la Cofradía de Pescadores de Santander tampoco entienden qué ha podido ocurrir, y aseguran que el buque no estaba faenando y el mar estaba en calma de madrugada.
Sin embargo, sobre las 4.10 de la madrugada de ayer el Vilaboa Uno, de 32 metros de eslora, avisó a Salvamento Marítimo de que tenía una vía de agua y se estaba hundiendo. Media hora después de lanzar su llamada de socorro, dos pesqueros llegaban hasta sus compañeros, a seis millas de la costa de Santander, y ya «no veían el barco», solo algún a aparejo, dos boyas y un globo baliza.
Así lo relataron a los medios de comunicación Antonio Fernández Sanjosé, patrón del Siempre Nécora, con base en la localidad cántabra de Colindres, Lamine Faye, pescador de ese barco, y Miguel Ángel Rosales, tripulante del Ave Fénix, el otro pesquero de Santander que acudió al lugar.
«No se veía nada el barco», dijo el patrón del Siempre Nécora que consiguió rescatar a siete tripulantes del Vilaboa, uno de ellos ya fallecido aunque intentaron reanimarle.
Entre estos siete rescatados estaba el patrón del Vilaboa Uno, pero Fernández Sanjosé ha señalado que no se habló, todos estaban «en shock» y solo se les atendió para evitar la hipotermia.
No entiende este patrón qué ha podido ocurrir, ni conoce si, como apuntan algunas fuentes, ha podido ser una vía de agua en el casco, pero sí aseguró que el mar estaba «en calma chicha» y no había casi viento ni oleaje.
El Ave Fénix, el segundo pesquero que llegó hasta el Vilaboa en torno a las 3.30 horas, rescató a otros dos tripulantes. El noveno tripulante fue auxiliado por una lancha de los prácticos de Santander.