El maltratador de sus ocho hijos trabajaba en el Marañón y dos clínicas privadas
El colegio e instituto donde cursaban sus estudios los ocho niños de Colmenar Viejo (Madrid) maltratados por sus padres fueron los que avisaron a las fuerzas de seguridad de la conveniencia de actuar para proteger la salud e integridad de los menores. Según fuentes de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, el colegio Ángel León y el instituto Marqués de Santillana, ambos de titularidad pública, alertaron a las autoridades y ofrecieron indicios de los malos tratos infligidos a los escolares. Sanidad ha abierto por su parte un expediente al padre, Domingo S., de 45 años, que trabaja en el Hospital Gregorio Marañón. Esta medida no tiene que ver con el caso en sí, sino con el supuesto hurto de material médico, a la vista de que en el registro de su vivienda se encontraron batas y trajes de quirófano, guantes, mascarillas, gasas y medicamentos, cuya posesión lícita no pudo acreditar el acusado. El centro sanitario madrileño mantiene que colaborará activamente ante cualquier requerimiento judicial.
Al día siguiente de su detención, uno de los vecinos de la zona de chalets adosados donde vivía el presunto maltratador decía que el acusado era un hombre poco comunicativo. «Una vez me dijo que trabajaba mucho para mantener a su prole». Y es cierto. Además de las horas que echaba en el Gregorio Marañón, el facultativo, especialista en Medicina Familiar máster en Urgencias, Emergencia y Catástrofes, prestaba sus servicios en dos clínicas privadas. Además, había montado una sociedad, Domer Medical, cuya actividad ya había cesado. El detenido sigue acudiendo al hospital, dado que fue puesto en libertad bajo medidas cautelares. Eso sí, sobre él pesa una orden de alejamiento de su mujer, Mercedes P., y de sus hijos por malos tratos.