«Pensaba que parte de este país era suyo»
Pero al margen de la agenda, no hay muchos más detalles sobre la visita del emérito. Al contrario que en la ocasión anterior, su buen amigo y presidente del Real Club Náutico, Pedro Campos, ha guardado un silencio sepulcral desde que se filtró la noticia de que Juan Carlos I se desplazaría a Sanxenxo y tampoco ha querido confirmar si volverá a ser su anfitrión, alojándole en su residencia.
Tampoco parece estar al tanto de los detalles de la visita el alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín. «Nadie me ha dicho nada», dijo ayer, al tiempo que ha dicho que el antiguo monarca será recibido en la localidad «como un ciudadano más».
En el Gobierno también han adoptado una posición menos asertiva en esta ocasión, enmarcando la visita en el ámbito privado. No obstante, la portavoz, Isabel Rodríguez, sí que ha aclarado que el Gobierno sigue siendo de la opinión de que Juan Carlos I debería brindar algún tipo de explicación por sus actividades en el pasado.
«El Gobierno ha manifestado en múltiples ocasiones su opinión respecto a los hechos que se conocieron hace tiempo sobre la conducta del Rey emérito y seguimos manteniendo la misma opinión», dijo la semana pasada. Ya tras la primera visita la portavoz del Ejecutivo consideró que el antiguo monarca había perdido la oportunidad de brindar la «respuesta» que esperaban los españoles.
Al margen de ello, Moncloa no ha querido comentar la visita, una decisión personal del emérito, a la espera de ver cómo transcurre finalmente la misma. No ha ocurrido lo mismo con sus socios de Gobierno y de legislatura.
El presidente del grupo parlamentario de Podemos, Jaume Asens, ha tachado de «desafortunado» el viaje y ha insistido en que «no ha dado explicaciones», mientras que el coportavoz del grupo, ha considerado que su visita es una «indecencia» y un «descrédito». «Debería estar dando explicaciones y no paseándose en regatas», dijo.
Para el portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián, la visita «demuestra la impunidad» de España porque «todo el mundo sabe que (Juan Carlos I) fomentó corruptela en los últimos 40 años y pensaba que parte de este país era suyo».
Por su parte, la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, censuró los «shows mediáticos» que provocan las visitas de Don Juan Carlos, al tiempo que ha reclamado al Gobierno que se revoque su título de rey emérito por «higiene democrática».
En opinión del portavoz del PNV, Aitor Esteban, que venga a participar en una regata es «un añadido más a todas las frivolidades» de las que el emérito «ha dado muestra», al tiempo que ha deslizado su impresión de que la Casa Real quiere que estas visitas «se vuelvan algo habitual».