Garzón admite no hablar con Iglesias y tilda el patriotismo de partido de peligroso
«Sumar no es el nombre, es la estrategia política y quiere reagrupar a Podemos, IU, Más Madrid o En Comú Podem»
El ministro de Consumo y líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha reconocido que lleva tiempo sin hablar con el exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, en concreto desde la aparición de Sumar. No obstante, ha afirmado que, pese a ello, cree mantener una buena relación con él, a la par que le ha advertido, de forma velada, de que «el patriotismo de partido» no le conviene a la izquierda de cara a las próximas elecciones generales, abogando por el entendimiento entre la vicepresidenta Yolanda Díaz y el partido morado.
«Hace tiempo que no hablamos», ha asegurado al ser preguntado en una entrevista en Radiocable, recogida por Europa Press, por su relación con Iglesias, a lo que ha añadido: «Teníamos una buena relación y creo que la seguimos teniendo».
El titular de Consumo ha achacado la pérdida de contacto al acercamiento de Izquierda Unida al proyecto electoral de Díaz, al que ve con «muy buenos ojos» tras detectar que la coalición de Unidas Podemos ha perdido «mucho voto, casi la mitad», desde 2016. Lo ha ligado a los «ataques» de los medios de comunicación, pero también a factores propios que obligan a hacer «autocrítica», ha dicho.
Para Garzón, la «divergencia de estrategias» entre IU y Podemos no quita que Sumar es la mejor forma de darle un «empujón» al espacio político y recuperar a la gente que ha dejado de votar a UP.
«LA CULPA NO SIEMPRE ES DE LOS DEMáS»
A pesar de esa diferencia, Garzón ha hecho un llamamiento a ser capaces de «minimizarla» para poder pactar una candidatura conjunta para las generales, porque «el panorama político ha cambiado extraordinariamente» y Sumar está para volver a unir ese espacio. «Sumar no es el nombre, es la estrategia política. Es decir, lo que quiere es reagrupar» a Podemos, Izquierda Unida, Más Madrid o En Comú Podem, «a todo lo que se ha ido perdiendo por el camino».
Garzón ha señalado que cree que al final habrá pacto e irán «juntos» a las generales, ya que a su juicio lo importante es que se hagan transformaciones en el país. «Pero el patriotismo de partido a mí me parece peligroso, porque te pone en una situación defensiva que no la necesitamos. Ahora lo que necesitamos es sumar a la gente. Y vas a sumar entre diferentes, eso es así, porque sumar entre iguales no es una suma, la verdad. Necesitas seguir llegando a cada vez a más gente, la culpa no siempre la tienen los demás», ha advertido.
Y sobre las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo, el ministro ha rechazado tomarse esta cita con las urnas en clave nacional, si bien ha aventurado que van a estar «muy reñidas» en lugares como la Comunidad de Madrid o la Comunidad Valenciana.
Ha señalado que los resultados van a ser para «todos los gustos», dando pie a muchos relatos y no solo a uno, al tiempo que ha hecho hincapié en el «mucho peso» que la derecha tiene en estos sitios.
«Pero esas mismas encuestas te dicen hoy una cosa y mañana te dicen otra, por diferencias metodológicas o porque la sociedad cada vez decide más tarde su voto», ha concluido.