Vox reclama al TSJ que se validen sus 477 votos para no «manipular el resultado real»
El recurso para lograr el tercer edil solicita «dar prevalencia» a la intención del votante frente a «criterios formales»
A la izquierda, la candidata de Vox, Blanca Herreros, y la presidenta provincial, Mercedes Machín, el día del escrutinio oficial. J. NOTARIO
La lucha judicial de Vox para lograr su tercer concejal en el Ayuntamiento de León, en detrimento del PSOE, que se quedaría con diez, invoca la necesidad de que se refleje «el resultado real de los votos emitidos por los electores». El recurso, sobre el que tendrá que deliberar ahora el Tribunal Superior de Justicia (TSJ y, en última instancia, el Constitucional) insiste en que en «otro caso, resultaría una artificiosa manipulación del resultado de las elecciones, que no puede tener amparo en nuestro Derecho». La anulación «desvía y altera el resultado de las elecciones municipales, cuestión que no puede permitirse en un proceso democrático», señalan.
El escrito del recurso, que retrasará hasta el 7 de julio la constitución del Ayuntamiento reseña que se ha «vulnerando el derecho fundamental a la participación en los asuntos públicos establecido en el artículo 23 de la Constitución». Este argumento se fundamenta en que se debe buscar «el principio de búsqueda del resultado real y verdadero de las elecciones, dado que se encuentran en juego el derecho de participación política y el sistema democrático en su totalidad». «El recurso deberá ser estimado y acordar de conformidad con los principios de transparencia, neutralidad y de averiguación de la voluntad real del elector, la validez de los votos emitidos a favor de Vox que fueron declarados nulos, tanto los impugnados como aquellos que no fueron impugnados», se extienden los servicios jurídicos de la formación de Abascal.
precedentes y sentencias
Con apoyo en sentencias de la Junta Electoral Central, del TSJ y de Constitucional, el recurso armado por Vox insiste en que se debe acordar «la ejecución del escrutinio general con la apertura y revisión de todas las mesas electorales que contengan votos nulos aunque no estén impugnados».
Esta medida busca averiguar cuántos hay en total, más allá de los 477 impugnados, con la papeleta de 25 candidatos, en lugar de los 27 totales de la candidatura, que se envió mal a los hogares dentro de la publicidad política por un error de imprenta.
Frente a los fallos de las juntas electorales de Zona de León, Provincial y Central, que han asentado su nulidad, Vox defiende que se debe «dar prevalencia a la validez de un voto, frente a los aspectos formales que pudieran presentar las papeletas». Esta petición se sustenta en que «es identificable la formación, los candidatos que concurren, que demuestre de forma inequívoca el sentido del voto del ciudadano y se salvaguarde el secreto del mismo, superando criterios rigoristas y formalistas». A pesar del «lamentable error de imprenta, no queda duda alguna de que quien elija esta papeleta está eligiendo la opción política propuesta por Vox, a los candidatos propuestos», recalcan.
Para vencer los argumentos que presenta el PSOE, la formación de Abascal apostilla que «el criterio de averiguar el resultado real y la voluntad del elector determinan la flexibilidad en la apreciación de los defectos formales para otorgar validez al voto, pues éste es la manera de ejercer el sufragio activo de los ciudadanos».