El Titanic sigue maldito. Se hunde un submarino con 5 millonarios que querían ver los restos del barco
-Desde el domingo no hay ninguna comunicación con la nave donde cinco turistas curioseaban entre lo que queda del mítico crucero
Más de cuatro millones de personas participan cada año en deportes de riesgo persiguiendo un chute de adrenalina que entre los ricos alcanza niveles mucho más sofisticados. El empresario y aviador británico Hamish Harding, de 58 años, tenía tras de sí una impresionante lista de expediciones, propias de ciencia ficción para el resto de los mortales, que incluía compartir con el dueño de Amazon Jeff Bezos su viaje al espacio a bordo de la lanzadera Blue Origin. La que puede poner punto final a una vida plena de entusiasmo puede ser la quinta misión de OceanGate al fondo del mar en busca de los restos del Titanic.
El pequeño sumergible de la empresa estadounidense que transportaba a cinco personas protagonizaba la que se esperaba fuera "la primera y única misión pilotada al Titanic en 2023", anunció orgulloso en Instagram el empresario británico propietario de la compañía Action Aviation, al informar que se había sumado a la expedición. Su última foto en esa red social es la de él mismo firmando junto a los miembros de la expedición la bandera de la misión para la posteridad.
Su muerte está aún en el aire, o más bien en las profundidades del océano. "Las labores de búsqueda y rescate no han terminado", advirtió este lunes el contraalmirante de la guardia costera estadounidense John Mauger.
Según informó en conferencia de prensa, el pequeño vehículo sumergible del tamaño de un monovolumen -6.7 metros de longitud por 2.8 de ancho y 2.5 de alto, fabricado con una fibra de carbono y titanio "más ligera y eficiente que otros sumergibles", clama la empresa fabricante- disponía de aire para mantener con vida a sus ocupantes durante 96 horas -cuatro días-, pero perdió la señal a la hora y 45 minutos de iniciar el descenso.
Si todo iba bien debía haber tardado ocho horas en llegar a los 3.800 metros de profundidad en los que se encuentran los restos del Titanic. No se sabe si llegó a su destino o volvió a la superficie, a donde podría flotar de vuelta una vez que consuma el oxígeno. "Necesitamos asegurarnos de que estamos mirando tanto a la superficie en caso de que la nave reflote como a las profundidades", dijo el contraalmirante Mauger.
A través de los sensores que miden la presión dentro de la nave se evalúa remotamente "la integridad y la estructura" para dar la voz de alarma al capitán en caso de que algo vaya mal e iniciar el regreso de forma segura, ha explicado OceanGate.
La empresa ha matizado que ya se han dado otros episodios de comunicaciones interrumpidas en el pasado, pero a partir de siete horas sin señales de la nave sumergida los expertos hablaban ya de un posible "fallo catastrófico" del que no esperaban supervivientes.
The #Titanic's debris field tells the human story of the ship in a way no other area of the wreck can. Learn more about our efforts to explore it and to preserve Titanic's legacy: https://t.co/F7OtKI0En7 pic.twitter.com/F09mWXcYBi
— OceanGate Expeditions (@OceanGateExped) January 31, 2023
La maldición del Titanic podía haber enganchado el pequeño sumergible entre sus restos o tal vez haberse producido un fallo mecánico, especulaba el almirante retirado Chris Parry en la cadena Sky News.
A 600 kilómetros de Terranova
Lo único seguro es que la nave había desaparecido de los radares sin dejar rastro en algún punto de las costas canadienses, de las que había partido el barco Polar Prince que lo lanzó al océano a unos 600 kilómetros de Terranova.
La ubicación del Titanic se encuentra "técnicamente" en aguas estadounidenses, dijo el portavoz de la guardia costera canadiense, Trevor Munroe, aunque en realidad los equipos de búsqueda canadiense que han partido de Cape Cod (Massachusetts) están a 1.450 kilómetros de distancia. Una zona tan remota que la guardia costera estadounidense, al mando de las operaciones en las que también participa Canadá, había pedido ayuda a los barcos de pesca de la zona, que llegarían antes. "
Al no haber ninguna torre de celular en medio del océano estamos confiando únicamente en la red Starlink para las comunicaciones que requiere la expedición del Titanic en este 2023", había tuiteado la empresa OceanGate Expeditions antes de lanzar su carga al mar. Se refería al sistema espacial de internet por satélite de otro millonario, el fundador de Tesla y reciente comprador de Twitter Elon Musk, que también se ha lanzado a la conquista del espacio con su lanzadera Starship y la empresa SpaceX.
Aviones C-130 oteaban la superficie, ayudados por un avión militar canadiense P8 Poseidon, que dispone de visión submarina, con dos países dispuestos a hacer todo lo que esté en sus manos para aprovechar los dos días de oxígeno que quedan dentro de la nave desaparecida. "Estamos movilizando todas las opciones para rescatar al grupo", aseguró la empresa en un comunicado, en el que agradecía "el gran apoyo" que está recibiendo de las diversas agencias gubernamentales "y empresas especializadas en aguas profundas".
Este submarino lleva perdido 7 horas con 5 tripulantes.
— borisvian1 (@shababaty) June 19, 2023
El submarino que ofrece expediciones privadas para visitar el #Titanic a 250,000 x cabeza, tiene una autonomía de aire de 96 horas
La marina US ayuda en la búsqueda pic.twitter.com/7JFEQTerfa
Quinta expedición comercial
Aunque el Titán había hecho "docenas de inmersiones" en la zona de Titanic, la misión era la quinta expedición comercial de la empresa a los restos del mítico barco crucero hundido en 1912. "Debido al peor invierno que haya habido en Terranova en 40 años", había escrito Harding, no se habían producido nuevos intentos este año. "Se acaba de abrir una ventana meteorológica favorable y vamos a intentar una inmersión mañana", escribió el sábado. "Planeamos comenzar las operaciones de inmersión alrededor de las 4:00 horas de la mañana. Tenemos muchos preparativos y sesiones informativas por delante", dijo entusiasmado.
El explorador se convirtió también en narrador de una expedición que, según él mismo, incluía a otros exploradores legendarios como PH Nargeolet, quien tenía a sus espaldas más de 30 inmersiones al Titanic desde los años 80. Su misión era guiar a los turistas que pagaban un cuarto de millón de dólares para recorrer durante una semana el escenario submarino que más ha capturado la imaginación del mundo a bordo de un sumergible tan pequeño como el interior de un minivolumen.
El Titan podría haber seguido en su arrojo al Titanic, cementerio sagrado donde murieron 1.500 personas. Los restos de ese mítico barco crucero que clamaba ser el más seguro del mundo, imposible de hundir hasta que lo resquebrajó un iceberg en medio del Atlántico Norte, no se localizaron hasta 1985.
Desde entonces cientos de turistas han curioseado entre sus camarotes hundidos, ya sea mediante cámaras de robots o sumergibles como el que acaba de desaparecer. "Esta es su oportunidad de salir de la vida diaria y descubrir algo realmente extraordinario", dice OceanGate en su página web. "Conviértase en 1 de los pocos en ver el Titanic con sus propios ojos".