Diario de León

Irene Montero y los otros ‘purgados’

Las batallas internas de los partidos crean una larga lista de perjudicados: son los ‘sin candidatura’

Yolanda Díaz ayer, en un acto de Sumar en el Auditori Sant Ildefons de Cornellà (Barcelona). ALEJANDRO GARCÍA

Yolanda Díaz ayer, en un acto de Sumar en el Auditori Sant Ildefons de Cornellà (Barcelona). ALEJANDRO GARCÍA

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Ya sea por incomodidad o decisión propia, lo cierto es que los álbumes familiares de los partidos han movido rostros del 28-M al 23-J a marchas forzadas. Si bien la lealtad de algunos de los que perdieron su plaza en mayo ha sido rescatada para las generales, las renuncias tras los resultados, los pactos postelectorales, los vetos en las listas y las dimisiones por escándalos incompatibles con el decoro público han llevado a las formaciones a recortar algunos rostros entre sus filas. Este es un repaso de las ausencias más mediáticas.

La gran «sacrificada» en Sumar

Irene Montero ha sido la ‘ofrenda’ de Podemos para concurrir al 23-J bajo la marca Sumar. Señalada por su relación con Pablo Iglesias y seriamente desgastada por la ley trans y por la tormenta descargada por el ‘solo sí es sí’ ha dejado de ser un activo político para Yolanda Díaz. Con 15 años arrancó su carrera en las juventudes comunistas, para forjarse al calor del 15-M y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) desde donde saltó a Podemos. La ministra de Igualdad, que ha acabado perdiendo también el favor del presidente Sánchez, ya no estará en el campo de batalla del Congreso.

Un veto implícito y sin escaño

Si el de Montero ha sido un veto con nombres y apellidos, el de Pablo Echenique ha sido implícito, ya que el equipo negociador de Díaz impuso que Podemos no encabezaría la lista por Zaragoza, lo que le dejaba sin posibilidades de concurrir por su tierra, Aragón. Echenique, que hasta 2011 trabajaba en el CSIC tras su paso por Ciudadanos como militante de base y ajeno al clan de «pablistas» y de anticapitalistas se convirtió en el quinto eurodiputado de Podemos en los comicios de 2014. Desde entonces ha sido parlamentario autonómicos, secretario de Organización de los morados y portavoz del grupo confederal en el Congreso, donde ha ejercido de azote de extraños y también de propios.

El ‘inmolado’

Alberto Garzón comunicó su decisión de abandonar la política institucional a modo de aviso a navegantes para Irene Montero, aunque sigue como coordinador general de Izquierda Unida y se ha mostrado firme en su respaldo a Díaz. El economista del 15-M dio el salto de las plazas al Congreso de la mano de IU y desde 2020 ha ocupado la cartera de Consumo en el Gobierno de coalición. Azote de las casas de apuestas y de las llamadas comerciales, su labor al frente de la cartera de Consumo no ha estado exenta de críticas tras poner en cuestión el modelo de macrogranjas, denunciar la publicidad sexista en los anuncios para niños o el polémico semáforo nutricional que ponía en entredicho la dieta mediterránea.

El adiós del negociador

El abogado y activista Jaume Asens (Barcelona, 1972), cercano a Ada Colau y a Pablo Iglesias y que tendió puentes entre Podemos, los comunes e independentistas se perfilaba como el cabeza de cartel de Sumar en Barcelona de cara al 23-J, pero ha optado por retirarse de la política y dejar que sea su número dos, Aina Vidal, quien lidere la candidatura. Asens ocupa el penúltimo lugar de la lista que cierra Colau simbólicamente, sin opciones de conseguir escaño.

El ‘influencer’ que fundÓ Vox

La ausencia en las listas de Víctor Sánchez del Real (Ceuta, 1969), uno de los fundadores de Vox y coordinador de la campaña de las elecciones andaluzas en las que el partido logró sus primeros parlamentarios, ha sorprendido por su pasada cercanía con Santiago Abascal. Muy activo en las redes sociales, donde cuenta con una legión de seguidores, ha sido diputado por Badajoz en una legislatura en la que ha protagonizado algún que otro rifirrafe. Suya es la frase de cualquier parlamentaria de Vox tiene «más hombría que toda la Mesa» de la Cámara baja.

La gran perdedora

Dos días después que de que Ciudadanos decidiera no presentarse a las generales tras la debacle electoral de mayo, Inés Arrimadas (Jerez de la Frontera, 1981) comunicó que dejaba la política y cerraba la puerta a dar un salto al PP —nunca estuvo claro que los populares la pretendieran— para volver a su vida privada en Jerez. La hasta ahora portavoz de los naranjas en el Congreso entró en la dirección del partido en 2011 como secretaria de Juventud y tomó la alternativa en Cataluña en 2012 para convertir a este partido en el más votado en la comunidad en 2017, un hito histórico. No se quedó: dio el salto a la Cámara baja tras las elecciones de 2019, el año en que Cs rozó el cielo electoral y cayó al infierno. Presidenta de Ciudadanos casi tres años tras la dimisión de Albert Rivera, desde enero ya sólo formaba parte del Comité Nacional.

El malhumorado fuera de juego

Otro veterano de la política, Xavier Trias (Barcelona, 1942), cuelga las botas tras perder in extremis la alcaldía de Barcelona con un desairado «Que us bombin a tots» («Que os zurzan a todos») ya convertido en viral. El candidato de Junts per Catalunya se presentó a las urnas el 28-M con altas probabilidades de ganar pero pocas de gobernar. Y así ha sucedido finalmente tras entregar los comunes y el PP el bastón de mando al socialista Jaume Collboni.

La promesa que no cuajó

Conocido por acudir al Congreso con una camiseta de ‘gaysper’, el fantasma con la bandera LGTB que Vox ideó como un enemigo de España y que acabó transformando en un icono amable para una parte del colectivo, Felipe Sicilia es otra de las promesas que se ha quedado fuera de las listas. Policía, politólogo, sociólogo y mano derecha de Adriana Lastra, el portavoz de la ejecutiva federal del PSOE entre octubre de 2021 y julio de 2022 fueron sonadas su intervenciones contra el PP en la comisión de investigación sobre el ‘caso Kitchen’.

El final del «baltarismo»

José Manuel Baltar presidente de la Diputación de Orense desde 2012, ha renunciado a presidir la institución provincial. El político popular, que ‘heredó’ el puesto de su padre —emblema del populismo de primera hora— fue interceptado circulando con un coche oficial a 215 kilómetros por hora en abril y por el que debe afrontar un proceso judicial por la comisión de un presunto delito contra la seguridad vial. Un escándalo que pone fin a treinta y seis años de «baltarismo», una dinastía política muy presente en los titulares por presunta financiación ilegal, entre otros escándalos.

El alcalde más breve de la historia

Investido con el apoyo de los cuatro concejales de la plataforma ciudadana Independiente Guzan y los cinco de EH Bildu, Asier Larrauri (1991) arrebató el 28-M la Alcadía de Bermeo al PNV, pero su periplo como primer edil no duró ni 24 horas. Un día después de tomar posesión de su cargo dimitió tras sufrir un accidente y triplicar la tasa de alcoholemia, engrosando la relación de políticos que han dado positivo al volante.

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