Qué ha hecho Pedro Sánchez por España (Motivos para volver a votar al PSOE)

Desde las últimas elecciones generales en 2019, muchos han sido los cambios sufridos en la sociedad española, en la europea y en la mundial. Hemos visto una pandemia que mermó la población y la tuvo recluida varios meses además de una sequía fruto de un cambio climático que no acaba de amainar (a pesar de la insistencia de los negacionistas en que es algo normal y cíclico). Hasta tenemos una guerra en Europa, no en la UE como tal, no en la Europa rica, pero aquí al lado, en territorio europeo. Y no olvidemos otros fenómenos como una tal Filomena que pintó el país de blanco o la erupción de un volcán allá por Canarias.

Como dijo Agustín Martínez en su artículo de hace un año en «La Voz de Granada», en la gran película «La vida de Brian» (nunca pasada de moda y rodada en 1979, primer año de vida de nuestra Constitución), el líder del Frente Popular de Judea, se preguntaba ¿Qué han hecho los romanos por nosotros?. Uno de los presentes le respondía: «el acueducto». El líder lo reconocía pero le parecía poco e insistía en la pregunta a lo que el otro interlocutor le respondía: el alcantarillado, las carreteras, los sistemas de riego, el vino, el orden público, la enseñanza, etc. Pero el líder volvía a preguntar lo que los romanos habían hecho por ellos. 

Era evidente, tan evidente como sería la respuesta hoy si un ciudadano con objetividad se preguntara que ha hecho el Gobierno actual por él ante este cumulo de desgracias en cadena que nos persiguen desde 2020.

Pues sí, algo parecido a la película ocurre en España, donde los partidos de derechas se asemejan al Frente Popular de Judea (PP) y al Frente Judaico Popular (Vox), que con frases sencillas y programas infantiles (con todo el respeto a la infancia de 0 a 3 años), quieren retorcer la realidad económica, social y política de este gran país. Esos dos frentes ayudados por cierta (no toda) oligarquía económica, empresarial y mediática, tratan de confundir y engañar a sus propios votantes y, lo que es peor, a miles de ciudadanos mileuristas desclasados y desnortados, que se preguntan cada día: ¿Qué ha hecho el Gobierno de coalición por nosotros?

Muchos han sido los insultos al gobierno desde la moción de censura y especialmente desde que se ganaron las distintas elecciones en 2019. Como creadores de crispación, Casado y Feijóo no se han diferenciado nada: felón, antipatriota, bolivarianos, filoetarras, socialcomunistas, etc. Pero como señaló Zapatero cuando alguien le dijo «dales caña» y le contestó: «los socialistas no damos caña, damos ejemplo». Pues eso, a lo nuestro.

Y ahora «los del Frente de derechas» pretenden derogarlo todo, ¿suprimir los logros sociales?, ¿modificar la situación económica que funciona bien?, ¿crear conflictos políticos que tanto ha costado apaciguar?. Deben aclararlo para que los electores sepan a lo que se arriesgan si le dan su confianza.

Esa «confederación judaica popular» que integran las «derechas patriotas» y sus apoyos económicos, jurídicos y mediáticos, se siguen preguntando, ¿qué han hecho los romanos socialistas por España?

Pues está claro: los «romanos del gobierno» actuaron sobre la economía aplicando los ERTEs tan positivos para empleadores y empleados, las ayudas directas al sector agrario por la guerra y la sequía, los ICO y ayudas directas a las Pymes en pandemia y en esta guerra, los Fondos Europeos y sus proyectos, la segunda mayor cifra de fondos europeos. 

Y no contentos esos «romanos rojos», los del frente de los derechos, aprobaron gracias al Judas extremeño, la reforma laboral que ha dado estabilidad y ha quitado precariedad, y otras medidas sociales como la subida del salario mínimo un 47%, que no supuso destrucción de empleo, el ingreso mínimo vital que ese Frente votó a desgana para que 600.000 familias no tengan que mendigar, el derecho al paro de las 400.000 empleadas de hogar, la excepción ibérica (timo según el PP) que ha supuesto que las familias paguen un 15% menos en su factura de luz, los bonos eléctrico y térmico, el bono cultural para jóvenes, la revalorización de las pensiones como un derecho que evita que 9 millones de pensionistas mantengan su poder adquisitivo, el record de vacunaciones contra la Covid (más de 40 millones de ciudadanos), el record de empleo y de cotizantes a la seguridad social (20,8 millones), la ley de muerte digna que evita el sufrimiento y conserva la dignidad, y un largo etc.

Y siguieron aprobando leyes de protección a la Infancia, de Cambio Climático, de Bienestar Animal, de la Cadena Alimentaria para proteger los derechos del sector agropecuario, de la Memoria desde el respeto y la reparación, de Educación con más becas y de más cuantía (excluyendo a familias con ingresos superiores a 100.000 ¤/año), de la Vivienda que la considera un derecho, no un negocio, poniendo límite a la subida indiscriminada de los alquileres, etc,.

Además de la importancia numérica de esas más de 200 leyes, la sociedad española tiene claro que «el romano Sánchez» puso el punto de mira en el carácter social de las mismas y de sus medidas de desarrollo frente la austeridad irracional aplicada en la crisis económica gestionada por Rajoy. Se ha creado eso que llamamos «escudo social» para las personas más débiles, los más vulnerables, protegiendo su economía familiar. De no haberse hecho así, como recuerdan los damnificados por las duras medidas del último gobierno del PP, se habrían destruido muchos empleos, los ahorros no existirían, las viviendas hipotecadas pasarían a los bancos, etc. 

A cambio de la buena gestión de Pedro Sánchez reconocida internacionalmente, ¿Qué ofrece Feijóo?. Ofrece gobierno a cualquier precio, sin un programa transparente, perdiendo la centralidad con pactos con fanáticos donde prevalece el interés personal y del partido olvidando el interés público y detestando una sociedad avanzada y diversa, combatiendo las conquistas sociales y los principios básicos de la Unión Europea; suprimiendo las comunidades autónomas, las políticas públicas, los derechos de las minorías, los derechos de las mujeres; reduciendo impuestos a los más pudientes y por tanto servicios básicos como la policía, la sanidad, las infraestructuras, el profesorado o las ayudas sociales a clases medias y trabajadoras y a las más vulnerables.

El socialismo quiere seguir en esa línea social de defensa de los servicios públicos, porque «no es magia, son tus impuestos».

Los parlamentarios socialistas hemos estado todo este tiempo apoyando al gobierno y sus leyes desde las Cortes Generales, una notable tarea legislativa conseguida con «mucha mano izquierda» y con la dificultad añadida de tener que hacerla con equilibrios muy difíciles de conseguir. 

Reconozco que los «romanos de Sánchez» podíamos haber hecho algo más, siempre se puede hacer algo más; pero no tengo duda alguna que si el Frente Popular de Judea (con Rajoy, Aznar o Feijóo al frente) y el apoyo del Frente Judaico Popular, hubieran gobernado estos cuatro años, en este momento la avenida principal de Judea estaría llena de pensionistas del 0,25%, de enfermos de la sanidad madrileña, de estudiantes sin becas (ascensor social que muchos tuvimos), de trabajadores precarios con salario de 735 euros, de mujeres olvidadas por el Estado, de minorías abandonadas, de un sector agrario empobrecido, de unas pymes cerradas o sin escaparates, etc.

En estos últimos 4 años se han desarrollado muchos proyectos y muchas leyes. No pido el voto por lo hecho, sino por lo que se realizará con tu apoyo en los 4 siguientes que serán los de desarrollo de nuevas políticas en justicia social, en desarrollo rural y medioambiental, en I+D+I (5º Revolución Industrial), porque con las nuevas políticas estamos llamados (como reconocen la mayoría de agencias internacionales y la UE) a ser uno de los máximos referentes en el mundo.

Por eso solo veo motivos para seguir votando al actual gobierno, eso sí, siempre que la inmensa mayoría de quienes han visto mejoradas sus condiciones de vida acudan a votar el próximo 23 y sean consecuentes con sus mejoras. 

Estimado elector: tienes dos opciones, o votar al bloque de derechas, esos que gobiernan para los que más tienen, o votar al partido de los derechos, ese que gobierna para las clases trabajadoras, para el 90% de la población española. Depende de ti.