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ÚLTIMAS DECISIONES ANTES DE LAS URNAS

Los partidos juegan sus últimas bazas en unas elecciones sin ganador claro

Sánchez confía en el triunfo del PSOE el 23-J: «Nos caímos y nos levantamos» ■ Feijóo llama al voto masivo para no tener que incluir a Vox en el Gobierno ■ Díaz apuesta por una «remontada» y la fía al voto indeciso para superar a Vox ■ Abascal confía en que las urnas catapulten a Vox a la Moncloa con el PP

Papeletas y sobres en un colegio electoral. DAVID ARJONA

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EFE

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Fue su última oportunidad de convencer a los indecisos y de recibir el apoyo de sus partidarios. Los candidatos del PSOE, PP, Sumar y Vox cerraron ayer una campaña polarizada que llega al borde de las urnas sin un claro ganador aunque con todas las encuestas a favor de Feijóo.

Pedro Sánchez, en Getafe, un feudo del PSOE en Madrid, cerró el último mitin confiado en el triunfo del PSOE el 23-J: «Hemos hecho la mejor campaña. Nos caímos y nos levantamos». Acompañado de su esposa y rodeado de miles de afiliados y simpatizantes socialistas, el presidente del Gobierno pidió la movilización de la izquierda y concentrar el domingo el voto en la papeleta del PSOE. «¡Que nadie se quede en casa, todos al rojo!», instó.

 

Pedro Sánchez ayer en Getafe, en el mitin de cierre de campaña del PSOE. KIKO HUESCA

Desde Galicia, Feijóo apeló sin descanso al voto útil a izquierda y derecha para lograr una mayoría que garantice «la gobernabilidad sin bloqueos» y un Ejecutivo «de una pieza». El líder gallego quiere llegar a la Moncloa «sin ataduras» incómodas y Vox lo es. «Os ruego encarecidamente que el domingo vayamos a votar masivamente. No pido el voto para que siga todo igual, sino para cambiar las coaliciones vergonzantes por pactos de Estado», reclamó en el cierre de campaña en La Coruña. Estaban, además de miles de seguidores, su esposa y su madre.

La líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, echó el cierre a la campaña rodeada de un ambiente festivo el Parque Tierno Galván de Madrid antes 6.000 simpatizantes. Allí estuvo flanqueada por representantes de varias organizaciones que forman parte de la coalición de izquierdas, entre ellos Ione Belarra (Podemos), Mónica García (Más País), Ada Colau (En Comú)), Sira Rego (IU) o Pablo Bustinduy.

Díaz apostó por una «remontada» y la fió al voto indeciso para tratar de superar a Vox como tercera fuerza, La líder gallega dijo que en los últimos días «ha cambiado todo» y confió en reeditar el Gobierno de coalición en base a sus encuestas internas.

Yolanda Díaz ayer, en el cierre de campaña de Sumar en el anfiteatro Tierno Galván de Madrid. RODRIGO JIMÉNEZ

Vox puso fin ayer a la campaña electoral más importante y anómala de su reciente historia política con la vista puesta en la Moncloa y manteniendo la fe intacta en que el resultado de las urnas este 23-J solo de pie a la formación de un Gobierno entre la derecha radical y el PP.

El líder de Vox, Santiago Abascal, rodeado de seguidores en Colón, su plaza fetiche, confió en que la recta final de campaña les catapulte a la Moncloa tras el 23-J. El presidente de la derecha radical asume que cosechará menos diputados que en 2019, pero espera resultar decisivo para apear a Sánchez del poder.

Santiago Abascal en el cierre de campaña de Vox con un mitin en la plaza de Colón. JUANJO MARTÍN

Los socialistas, con Pedro Sánchez a la cabeza, partían mermados de fuerzas tras la debacle vivida en mayo en las autonómicas y municipales, pero ahora, al menos en público, confían en la «remontada». En Ferraz dicen que han ido «de menos a más» mientras que el propio Pedro Sánchez ha avisado de que «hasta el rabo todo es toro». Su «quiniela» es que el PSOE sea primera fuerza y Sumar, tercera, lo que permitirá «otros cuatro años de gobierno de coalición progresista”.

Por contra, el PP de Alberto Núñez Feijóo acudía a las urnas con la inercia de su victoria de mayo y el viento a favor en las encuestas. Con algunos altibajos, todos los sondeos han mantenido esa tendencia. El PP ganaría con claridad aunque todo indica que necesitará de algún tipo de colaboración de Vox para conseguir investir a Feijóo. Eso, siempre y cuando el PSOE no facilite su investidura con una abstención, cosa harto improbable, al menos con los actuales protagonistas.

Evitando riesgos, Feijóo planteó una campaña conservadora, con un solo debate cara a cara con Sánchez del que salió reforzado según los analistas. Sin embargo, al candidato del PP le han vuelto a perseguir esas fotos de los años 90 con Marcial Dorado, de las que ha tenido que responder día sí, y día también.

Alberto Núñez Feijóo, participa en el acto de cierre de campaña celebrado este viernes en A Coruña. CABALAR

Ayer, el candidato del PP se veía obligado a volver a dar explicaciones por su relación con Dorado y lo hizo levantando de nuevo polémica. Feijóo confesaba que cuando lo conoció, Dorado «había sido contrabandista, nunca narcotraficante» y que «jamás, nunca» ha tenido «nada que ver con la actividad final de este señor».

Una relación que Sánchez ve «inquietante» mientras no haya una respuesta «clara» por parte de Feijóo.

Los peajes volvieron ayer de nuevo. Feijóo se lo sacó en el debate a Sánchez, pero no hubo respuesta. Días después, el director general de Tráfico, Pere Navarro, avisaba de que habría que pagar peajes en las autovías en 2024 por un acuerdo con Bruselas. Horas después era desacreditado en tromba por el Gobierno que negaba de forma tajante que se fuera a imponer un pago por el uso de las carreteras del Estado. Pese a ese desmentido, días después era la propia Comisión Europea la que recordaba que el plan de recuperación, tal y como fue propuesto por España y aprobado por la comisión, «incluye el compromiso de adoptar una ley de movilidad sostenible y financiación del transporte para diciembre de 2023». Sánchez lo tuvo que reconocer ayer aunque reiteró que no habrá que pagar peaje por el uso de las autovías pese a la insistencia de Bruselas de que el plan de recuperación propuesto por España incluía un compromiso al respecto. El presidente reconoció que ese plan incorporaba esa posibilidad, pero ha precisado que se ha retirado en la adenda que se está renegociando con la Comisión Europea.

Aclaraciones que no se creyó Feijóo, que afirmó que personalmente no sabría donde meterse si la UE le hubiera desautorizado con los peajes como, denuncia, le ha pasado a Sánchez.

Las otras dos candidaturas, Sumar a la izquierda y Vox a la derecha, se juegan mañana también su futuro. Tras un comienzo de campaña algo flojo por el duro acuerdo con Podemos para conformar la candidatura, la líder de Sumar, Yolanda Díaz, cree que en la última semana de campaña electoral, en la que no se pueden publicar encuestas, «cambió todo» y ahora la izquierda puede ganar.

Vox, por su lado, alertó del peligro del voto útil que reclama el PP y pidió a sus votantes que confíen en su candidatura como única vía segura de desalojar al «sanchismo» de la Moncloa.

Las elecciones del 23J serán las de mayor participación del voto por correo de la democracia. Nunca se habían celebrado unas elecciones generales en pleno verano, con muchos ciudadanos fuera de casa por vacaciones, lo que ha disparado las peticiones hasta los 2,62 millones de electores.

Todos los votos serán decisivos mañana. Se deciden dos formas diferentes de ver el país.

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