La España de dos velocidades o el modelo de desarrollo sin el agravio de los peajes
Hace años que León espera por mejoras estructurales que son como dolencias crónicas en el estado comatoso de la provincia. Las estructuras encallan en León y resultan recurrentes en periodos electorales; salvo esta vez, en la que no aparecen ni en programas, ni en debates, ni para generar expectativas e incitar al voto. Hay olvidos encallados en el horizonte de las comunicaciones leonesas que lidera ese peajes de la León-Astorga, que atrapa y condiciona la fluidez del desarrollo en mitad de la arteria que cohesiona el territorio. Salvo excepciones, las referencias políticas a este punto de retraso en mitad de León, que lesiona el avance y el equilibrio interno y comparado con otros territorios, no figuran en agendas. Se prefiere el silencio para acallar la inacción política. El principal problema de comunicación por carretera en León es un peaje que grava el movimiento, libre en otros lugares, y que aquí lastra el avance y el bienestar. nadie se acuerda del peaje de la León-Astorga, que junto a una N-120 acometida y olvidada, representa el abandono que padece la provincia en materia de movilidad. El modelo de desarrollo es un agravio.