El PSE se impone, aunque empata con el PNV y Bildu
Cuando en Madrid suenan tambores de giro a la derecha, Euskadi, tradicionalmente, se moviliza y lo hace además para frenar un hipotético Gobierno conservador en Madrid. Ayer, de nuevo, los vascos votaron masivamente en esa clave: más del 88% del voto emitido fue a parar a alguna de las fuerzas de la llamada mayoría de la investidura, o bien a las que han integrado el Gobierno de Pedro Sánchez —PSE y Sumar— o a las que lo apoyaron desde fuera —PNV y Bildu—. La pujanza del voto que buscaba la continuidad del actual presidente en el palacio de la Moncloa tuvo su máximo exponente en la clara victoria del PSE, que no lograba la primera plaza en unas generales desde 2008, cuando los vascos acudieron a las urnas con el claro mandato de prorrogar una legislatura más el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, omnipresente esta campaña. Los socialistas vascos capitalizaron el voto antiderecha que en 2015 y 2019 hizo ganador a Elkarrekin Podemos en unas generales y aventajaron en más de un punto a los ‘jeltzales’, ganaron con rotundidad en Álava y fueron segunda fuerza en los otros dos territorios, en Vizcaya pisando los talones a un PNV que logró amarrar la victoria en su feudo tradicional, aunque claramente desfondado. Esa fue la otra gran noticia de la noche en el País Vasco, donde los sondeos sí clavaron las previsiones.