Del obispo playero al susto en Pastorinas
Muchos leoneses acudieron pronto a las urnas para marcharse a hacer deporte, la piscina o la playa, en una jornada con alguna pintada, baile de suplentes y apertura de diligencias por un hombre que votó dos veces
No habían pasado ni veinte minutos de las nueve de la mañana cuando Vicente y Gemma volvían a montarse en su coche para regresar a Galicia. Sólo por unas horas, lo mínimo posible, interrumpieron sus tradicionales vacaciones en las Rías Baixas para venir a la ciudad a votar. A esa hora, no había más tráfico, sólo se veían las luces de sus intermitentes, pero sí empezaban a formarse las primeras colas, lo que presagiaba que la gente quería cumplir pronto con su obligación democrática para marcharse a disfrutar de la piscina, desplazarse al pueblo o, como esa pareja de leoneses, poner rumbo al oeste.
Su alegría por volver a la tumbona no fue la única de la mañana. Minutos después, en la mesa del Palacio del Conde Luna, con los ojos algo rojos y paso vacilante tras aparentemente haber estirado la noche, un letrado intentaba encestar sus papeletas en las pequeñas aberturas de las urnas ante las dudas de que lo lograra y la atenta mirada de la Policía. En el mismo escenario, coincidieron después varias monjas de Las Carbajalas, algunos políticos y deportistas que hicieron un alto en el camino antes de reanudar la marcha sobre dos ruedas.
En esos primeros compases electorales en la provincia también saltaron tres mini anécdotas: una pintada cerca del colegio electoral de Vega de Valcarce con el «ínclito que te vote Txapote», que fue borrada por orden de la Junta Electoral; la dimisión de la jueza de paz en Cacabelos, encargada de recoger y levar los votos, hizo que fuera la guardia civil la encargada de esa tarea; y en La Espina, un suplente se ofreció a ir a buscar a su casa al titular y regresó con él, según contó el subdelegado del Gobierno, Faustino Sánchez, quien confirmó que las 722 mesas electorales estuvieron constituidas a las 9.08 horas «con normalidad».
El baile de suplentes fue necesario en varias mesas, como la del instituto Juan de la Enzina, aunque la sorpresa de la jornada se produjo de nuevo en una mesa de Las Pastorinas, la 005A, donde se tuvieron que abrir diligencias a un ciudadano por votar dos veces. El suceso, según informa Álvaro Caballero, se produjo cuando, ya introducido el sobre con la papeleta en la urna, los miembros de la primera mesa observaron que el nombre y los apellidos coincidían, pero el número del carnet de identidad no se correspondía. En ese instante, se le advirtió de que no podía votar ya en la que le correspondía, estaba en una sala diferente del colegio Pastorinas. Pero, en contra de las indicaciones, le vieron cuando ya había vuelto a votar, en este caso en la urna que tenía atribuida.
Ahora, el juzgado de guardia tendrá que determinar si el ciudadano ha cometido una delito contra la ley electoral y, en su caso, debe afrontar una multa. Mientras, una de las urnas se cerró con un voto más de los que le corresponden, dado que no se puede determinar cuál de todos los sobres contiene el nulo.
No fue el único suceso. Otro ciudadano se negó a ser notificado por la Policía Local de León. Aunque lo intentaron en diversas ocasiones, el hombre, que había resultado nominado por sorteo, rechazó la documentación y no acudió. En su lugar tuvo que asistir otro vecino, mientras la junta electoral trasladaba la notificación al juzgado de guardia para que abriera las diligencias oportunas.
Por supuesto, el punto cómico de la jornada lo volvió a poner el hostelero Juan López, que cumplió con su tradición particular y votó disfrazado de obispo playero en el Colegio Público La Palomera. El matiz fue que añadió a su conocido disfraz de obispo, un flotador, un cubo, una pala, unas gafas y un tubo de buceo. El también representante artístico, que utiliza el mismo atuendo para asistir al sorteo extraordinario de la Lotería de Navidad, promovió en su día campañas de apoyo al Dioni y a alcaldes.